DIARIO DE LEÓN: FIESTA DE SAN FROILÁN
SAN FROILÁN nuestra fiesta
San Froilán desborda León
Miles de leoneses se echan a las calles para disfrutar del mercado medieval y la entrega de las doncellas al califa
N. g. sabugal | León 02/10/2011
El sol que nos debía este verano acudió ayer a San Froilán. Lo hizo para disfrutar con las almendras garrapiñadas que se vendían en el recién inaugurado mercado medieval en San Isidoro, para curiosear rarezas en la feria de alfarería y para disfrutar con los malabares que hacía un raro tipo cerca de una tienda de marionetas de Pinocho.
León es ya una ciudad en fiesta donde los niños pasean en pequeños burros en el parque del Cid y hay un rabelista tocando en una esquina. Unos días mágicos, estos de San Froilán, donde los faunos se pasean con zancos por las calles, hay águilas sobrevolando a los leoneses en las demostraciones de cetrería y se pueden recordar antiguas artes como la de moler el trigo o utilizar un telar. Porque las fiestas de San Froilán son, sobre todas las de la capital, las que aglutinan un mayor número de tradiciones.
La principal de ayer fue el acto de recogida y entrega de las cien docellas «para el infame tributo al califa», un hecho que recuerda que desde los tiempos del rey Mauregato se entregaba este tributo a los califas musulmanes para no sufrir sus ataques. Así ayer cada una de las cuatro parroquias más antiguas de León: San Marcelo, San Martín, Santa Ana y Santa María del Mercado dieron cada una 25 jóvenes para ser entregadas al califa. Un califa muy especial que este año se mostró por primera vez representado por el edil Julio Cayón, que se confesó encantado con el regalo. Las doncellas estarán también hoy en la Catedral, en la celebración del ‘Foro u Oferta’, tradición que recuerda la leyenda de las muchachas que, al ir a ser entregadas por el rey Ramiro I, prefirieron cortarse una mano, ante lo que el rey negó el tributo y batalló con Abderramán, derrotándolo en la batalla de Clavijo. Los leoneses, en agradecimiento, realizaron una ofrenda al cabildo de la Catedral, que precisamente hoy defenderá que ésta es ‘foro’ u obligatoria y los munícipes que es oferta o voluntaria. Una batalla dialéctica que se repite año a año.
SAN FROILÁN nuestra fiesta
San Froilán desborda León
Miles de leoneses se echan a las calles para disfrutar del mercado medieval y la entrega de las doncellas al califa
N. g. sabugal | León 02/10/2011
El sol que nos debía este verano acudió ayer a San Froilán. Lo hizo para disfrutar con las almendras garrapiñadas que se vendían en el recién inaugurado mercado medieval en San Isidoro, para curiosear rarezas en la feria de alfarería y para disfrutar con los malabares que hacía un raro tipo cerca de una tienda de marionetas de Pinocho.
León es ya una ciudad en fiesta donde los niños pasean en pequeños burros en el parque del Cid y hay un rabelista tocando en una esquina. Unos días mágicos, estos de San Froilán, donde los faunos se pasean con zancos por las calles, hay águilas sobrevolando a los leoneses en las demostraciones de cetrería y se pueden recordar antiguas artes como la de moler el trigo o utilizar un telar. Porque las fiestas de San Froilán son, sobre todas las de la capital, las que aglutinan un mayor número de tradiciones.
La principal de ayer fue el acto de recogida y entrega de las cien docellas «para el infame tributo al califa», un hecho que recuerda que desde los tiempos del rey Mauregato se entregaba este tributo a los califas musulmanes para no sufrir sus ataques. Así ayer cada una de las cuatro parroquias más antiguas de León: San Marcelo, San Martín, Santa Ana y Santa María del Mercado dieron cada una 25 jóvenes para ser entregadas al califa. Un califa muy especial que este año se mostró por primera vez representado por el edil Julio Cayón, que se confesó encantado con el regalo. Las doncellas estarán también hoy en la Catedral, en la celebración del ‘Foro u Oferta’, tradición que recuerda la leyenda de las muchachas que, al ir a ser entregadas por el rey Ramiro I, prefirieron cortarse una mano, ante lo que el rey negó el tributo y batalló con Abderramán, derrotándolo en la batalla de Clavijo. Los leoneses, en agradecimiento, realizaron una ofrenda al cabildo de la Catedral, que precisamente hoy defenderá que ésta es ‘foro’ u obligatoria y los munícipes que es oferta o voluntaria. Una batalla dialéctica que se repite año a año.