Nada nuevo bajo el sol
Ciudadanos es un recambio del franquismo neoliberalizado, como otros que ha habido en los últimos cuarenta años, cuando este viejo componente derechista en la sociedad
española se ha visto desbordado por su propia inmundicia.
Se ha dicho que Podemos corría el riesgo de ser el nuevo
PSOE.
A mí no me cabe ninguna duda de que con Ciudadanos se está realizando la misma operación que con la UCD de Suárez. Me los imagino intercambiando llamadas y WhatsApps con aterrados miembros del
PP y UPyD de la misma manera que los colegas de Suárez iban a los despachitos y recibían en los suyos a los mandos de Falange que veían la inminencia de su defenestración porque el
capitalismo voraz se había cansado de la manera en que ellos lo gestionaban.
Las bases ideológicas de Ciudadanos son esas y no otras, recordémoslo: el nacionalismo
español (explícitamente anti-catanalista en su caso) y la defensa de “la
enseñanza concertada”, que adoran, y que es la forma pragmática que ha tenido siempre el catolicismo de mantener sus privilegios económicos y sus prerrogativas como aparato de reproducción ideológica.
No nos olvidemos de que esa enseñanza que el franquismo nos legó es la principal fuente de financiación de la jerarquía católica y no la famosa casilla de la declaración de la renta. Una cosa que necesita urgentemente
España es una reforma educativa radicalmente
democrática, laica, pública y estable, que es lo que hemos estado pidiendo con fuerza estos últimos años en la calle con manifestaciones, marchas y huelgas.
Y una estabilidad laboral y no una homogeneización de los contratos a la baja que los homologa todos a los temporales. ¿Qué vienen estos a vendernos ahora, por favor? ¡Venga ya,
hombre!