En mi provincia hace años el que más o menos tenía una bodega, había que bajar unas escaleras y allí dentro abundaba el chorizo, jamón, pan y queso que con el vino de la zona, se merendaba muy bien. Esas bodegas estaban enclavadas en la tierra, bajo tierra. Al día de hoy todavía quedan unas cuantas.
Conozco ese tipo de bodegas, conozco zonas en las que aún quedan bastantes.
La bajada y la estancia en esas bodegas eran muy agradables, lo difícil era subir.
La bajada y la estancia en esas bodegas eran muy agradables, lo difícil era subir.
Todos los calados antiguos están desapareciendo, eran cuevas como se dice en mi pueblo familiares, aniquiladas por la agricultura intensiva y porque los gobiernos se encargan de que desaparezcan sacando leyes nuevas que las hacen inservibles, dicen que por sanidad.
Aquí en La Rioja el gobierno presume de todas estas tradiciones a la vez que con una la última ley de que si no las usas en cierto tiempo dejan de ser automáticamente bodega del Consejo Regulador hacen que desaparezcan.
En los años buenos (o que la uva se paga bien) los agricultores pequeños suelen optar por vender la uva y sus bodegas van perdiendo la calificación de bodega autorizada. Ya no pueden hacer vino en ella y quedan condenados a vender la uva siempre, se la paguen como se la paguen. Una pena.
Todas las familias tenían su bodega. Nacieron las cooperativas, que se encargan de la elaboración de los vinos de todos los socios o las grandes bodegas. Todas son iguales y sin encanto, recintos llenos de depositos de acero. Solo se sale un poco de lo corriente las zonas dedicadas a crianzas, que no todos los agricultores pueden hacer.
Mi pueblo es pequeño y sigue con su producción familiar. Ni una sola familia se ha pasado a las cooperativas, aunque también las bodegas se han hecho mucho mas grandes, en general y llenas de depósitos horrorosos.
Adios a los calados antiguos. Nos tenemos que modernizar. Eso dicen, pero a la vez a los que poseen menos se les dificulta mas la supervivencia.
Saludos.
Aquí en La Rioja el gobierno presume de todas estas tradiciones a la vez que con una la última ley de que si no las usas en cierto tiempo dejan de ser automáticamente bodega del Consejo Regulador hacen que desaparezcan.
En los años buenos (o que la uva se paga bien) los agricultores pequeños suelen optar por vender la uva y sus bodegas van perdiendo la calificación de bodega autorizada. Ya no pueden hacer vino en ella y quedan condenados a vender la uva siempre, se la paguen como se la paguen. Una pena.
Todas las familias tenían su bodega. Nacieron las cooperativas, que se encargan de la elaboración de los vinos de todos los socios o las grandes bodegas. Todas son iguales y sin encanto, recintos llenos de depositos de acero. Solo se sale un poco de lo corriente las zonas dedicadas a crianzas, que no todos los agricultores pueden hacer.
Mi pueblo es pequeño y sigue con su producción familiar. Ni una sola familia se ha pasado a las cooperativas, aunque también las bodegas se han hecho mucho mas grandes, en general y llenas de depósitos horrorosos.
Adios a los calados antiguos. Nos tenemos que modernizar. Eso dicen, pero a la vez a los que poseen menos se les dificulta mas la supervivencia.
Saludos.
Hola clara. La evolución y como consecuencia la añoranza de lo anterior, es la propia vida; etapa sobre etapa, evolución para seguir, sobre la muerte vida.
Ver que las familias de un lugar han conseguido seguir y triunfar, sin olvidar sus raíces, adaptándose a las necesidades del momento, es para alabarlo. En pocos lugares se ha conseguido; han sabido nadar contra la corriente y guardar la ropa.
Saludos
Ver que las familias de un lugar han conseguido seguir y triunfar, sin olvidar sus raíces, adaptándose a las necesidades del momento, es para alabarlo. En pocos lugares se ha conseguido; han sabido nadar contra la corriente y guardar la ropa.
Saludos