La verdad es que en este país escasea el pensamiento crítico y abundan los criticones. Y del cainismo, ni hablemos. Cuando escribimos no se suelen cometer los mismos defectos que al hablar. Quizá acentuaciones, comas, mala construcción de frases, etc., etc., lo cual dentro de cierta gravedad no suele ser significativo. Al menos para mi. No saber conjugar un verbo puede que sea visto como una falta de cultura por algunos. Pero una persona culta no necesariamente es inteligente o viceversa. La sabiduría es otra cosa a la que pocos tienen acceso... y muy lejos de ellos estoy yo. El pobre castellano hablado lleva años siendo “deformao” y ”despreciao”. Cuando escuchamos al rey, o a un presidente, ministro, “diputao”, periodistas, jerarcas religiosos, empresarios y una larga lista de personas que deberían dar ejemplo con sus conocimientos, el tema de la cultura desaparece por arte de magia o por arte de incultura. Quedo “fascinao” y un poco “avergonzao” cuando un presidente dice: Estamos mejor que el año “pasao” o a un ministro de esos que se hacen fotos con la cartera recién estrenada: lo he repetido hasta la saciedad pero no queda suficientemente “aclarao” o hemos “saneao” las cuentas públicas, o un diputado cualquiera: usted no ha estado muy “acertao” o un contertulio cualquiera: claro que he “almorzao” con… o un empresario cualquiera¬: hemos “cimentao” las bases para… o “notificao” a todos que… o hemos “avanzao” en… o “juzgao” de segunda instancia.
Miles de ejemplos criticables sin importar quien los cometa. Pero parece que solamente unos provocan salivar más que otros y por descontado y en mi opinión, hay ser cainita para no ver la viga en ojo propio. Saber o no saber conjugar no es más importante que demostrar diariamente sus tiempos con actos intachables. “Encantao”
Miles de ejemplos criticables sin importar quien los cometa. Pero parece que solamente unos provocan salivar más que otros y por descontado y en mi opinión, hay ser cainita para no ver la viga en ojo propio. Saber o no saber conjugar no es más importante que demostrar diariamente sus tiempos con actos intachables. “Encantao”