Saber lo que da miedo, lo que produce pánico, ayuda a conocer el carácter de las personas.
Las encuestas sobre la intención de voto de la ciudadanía han dado mucho que hablar en la última semana. Y hablando se entiende la gente. Hasta el catastrofismo, las amenazas y las profecías de epidemia electoral sirven para iluminar la realidad. Las convulsiones que provoca el ascenso fulgurante de Podemos nos enseñan mucho sobre la situación de la Democracia y la Prensa tradicional en España. A la luz de las encuestas, se perfila también una idea de lo que se piensa de Europa entre los padres y las madres de la Patria.
1.- La Democracia. La quiebra del bipartidismo es presentada por políticos y periodistas como una amenaza populista contra el Gobierno responsable. Se trata de un peligro para la Democracia. Este miedo nos obliga a plantearnos de inmediato qué idea de Democracia sostienen las personas asustadas.
Por lo visto hay muchos políticos y comentaristas para los que una Democracia es una máscara perfecta, el disfraz de la desigualdad. El rigor democrático significa para ellos que 16 familias con apellido de élite acumulen en España el mismo dinero que 14 millones de pobres. La seriedad supone aceptar que un Gobierno conceda obras públicas por valor de 22 millones de euros para que en sus cajas B y C entren más de 4 millones de monedas negras. La madurez implica que un presidente calle o mienta por costumbre.
Esta es la idea de Democracia que defienden todas las voces aterrorizadas por un posible cambio. Su miedo los distingue de buena parte de la población que tiene otras preocupaciones. Está asustada por el desempleo, la pobreza, la corrupción política y las mentiras electorales.
2.- El Periodismo. La quiebra del bipartidismo molesta a un amplio sector de la realidad mediática española. Hay muchos matices. Repiten profecías catastróficas los periodistas y tertulianos acostumbrados a llamar la atención con calumnias, insultos, mentiras y disparates al servicio de los poderes más reaccionarios. Escriben editoriales rotundos los medios que han confundido la información con las especulaciones económicas. Pensaban, además, que ser importantes significaba tener un partido o una familia política a su servicio. Ahora pierden las cuentas de sus especulaciones, sus políticos y su clientela. Para ellos la quiebra del bipartidismo es también la constatación de que nuevos modos de información han roto su hegemonía.
La mentira o la manipulación de la verdad: esta es la idea de Periodismo que defienden todas las voces aterrorizadas por un posible cambio. Llama la atención la facilidad con la que han cobrado protagonismo los tontos de baba en el panorama mediático. La producción industrial de tontos es un síntoma tan indicativo como la facturación de calumniadores.
3.- Europa. Cada vez que se utilizan los nombres de Venezuela o de Bolívar como amenaza de catástrofe contra lo europeo, no sólo se simplifica el debate sobre Venezuela o el bolivarismo, sino que se afirma una determinada idea de Europa. Hay gente aterrada porque piensa que Europa, igual que la Democracia y el Periodismo, es el ámbito perfecto para que la ley del más fuerte imponga sus corrupciones, mentiras y abusos económicos.
¿Quién puede plantear la España del PP o del bipartidismo como modelos de seriedad europea y democrática? Dime a qué le tienes miedo y te diré quién eres. Vamos a ser serios, pero de verdad.
Luis Garcia Montero.
Las encuestas sobre la intención de voto de la ciudadanía han dado mucho que hablar en la última semana. Y hablando se entiende la gente. Hasta el catastrofismo, las amenazas y las profecías de epidemia electoral sirven para iluminar la realidad. Las convulsiones que provoca el ascenso fulgurante de Podemos nos enseñan mucho sobre la situación de la Democracia y la Prensa tradicional en España. A la luz de las encuestas, se perfila también una idea de lo que se piensa de Europa entre los padres y las madres de la Patria.
1.- La Democracia. La quiebra del bipartidismo es presentada por políticos y periodistas como una amenaza populista contra el Gobierno responsable. Se trata de un peligro para la Democracia. Este miedo nos obliga a plantearnos de inmediato qué idea de Democracia sostienen las personas asustadas.
Por lo visto hay muchos políticos y comentaristas para los que una Democracia es una máscara perfecta, el disfraz de la desigualdad. El rigor democrático significa para ellos que 16 familias con apellido de élite acumulen en España el mismo dinero que 14 millones de pobres. La seriedad supone aceptar que un Gobierno conceda obras públicas por valor de 22 millones de euros para que en sus cajas B y C entren más de 4 millones de monedas negras. La madurez implica que un presidente calle o mienta por costumbre.
Esta es la idea de Democracia que defienden todas las voces aterrorizadas por un posible cambio. Su miedo los distingue de buena parte de la población que tiene otras preocupaciones. Está asustada por el desempleo, la pobreza, la corrupción política y las mentiras electorales.
2.- El Periodismo. La quiebra del bipartidismo molesta a un amplio sector de la realidad mediática española. Hay muchos matices. Repiten profecías catastróficas los periodistas y tertulianos acostumbrados a llamar la atención con calumnias, insultos, mentiras y disparates al servicio de los poderes más reaccionarios. Escriben editoriales rotundos los medios que han confundido la información con las especulaciones económicas. Pensaban, además, que ser importantes significaba tener un partido o una familia política a su servicio. Ahora pierden las cuentas de sus especulaciones, sus políticos y su clientela. Para ellos la quiebra del bipartidismo es también la constatación de que nuevos modos de información han roto su hegemonía.
La mentira o la manipulación de la verdad: esta es la idea de Periodismo que defienden todas las voces aterrorizadas por un posible cambio. Llama la atención la facilidad con la que han cobrado protagonismo los tontos de baba en el panorama mediático. La producción industrial de tontos es un síntoma tan indicativo como la facturación de calumniadores.
3.- Europa. Cada vez que se utilizan los nombres de Venezuela o de Bolívar como amenaza de catástrofe contra lo europeo, no sólo se simplifica el debate sobre Venezuela o el bolivarismo, sino que se afirma una determinada idea de Europa. Hay gente aterrada porque piensa que Europa, igual que la Democracia y el Periodismo, es el ámbito perfecto para que la ley del más fuerte imponga sus corrupciones, mentiras y abusos económicos.
¿Quién puede plantear la España del PP o del bipartidismo como modelos de seriedad europea y democrática? Dime a qué le tienes miedo y te diré quién eres. Vamos a ser serios, pero de verdad.
Luis Garcia Montero.