Interesante. Lectura para gente normal. Liberales y demócratas radicales abstenerse.
EL FIN DE LA CRISIS (I)
Cuenta una leyenda que en el tiempo de las persecuciones del Imperio Romano contra los cristianos, un grupo de ellos se refugió en una cueva para escapar de la muerte. Se durmieron y su sueño duró tres siglos, al cabo de los cuales se despertaron creyendo que habían dormido solo una noche y encontraron por todas partes el signo de la cruz; había llegado el emperador Constantino y con él la libertad para los cristianos.
La crisis terminará. Seguramente no tan rápido como auguran sus gestores, pero por definición toda crisis consiste en una situación transitoria, en una época agitada entre una situación y otra. Dentro de algún tiempo volverá la normalidad y el estado del país no ofrecerá un sobresalto cada día. Aumentará el crecimiento, se reactivará el consumo, bajará algo el paro, volverá el crédito y se reducirá el déficit. Pero al despertarnos, si todo sigue como está y quienes nos gobiernan hoy se perpetúan en el poder (y no me refiero solo a los políticos), nos encontraremos con un mundo distinto, como les pasó a los cristianos durmientes, aunque con resultados muy diversos.
EL FIN DE LA CRISIS (I)
Cuenta una leyenda que en el tiempo de las persecuciones del Imperio Romano contra los cristianos, un grupo de ellos se refugió en una cueva para escapar de la muerte. Se durmieron y su sueño duró tres siglos, al cabo de los cuales se despertaron creyendo que habían dormido solo una noche y encontraron por todas partes el signo de la cruz; había llegado el emperador Constantino y con él la libertad para los cristianos.
La crisis terminará. Seguramente no tan rápido como auguran sus gestores, pero por definición toda crisis consiste en una situación transitoria, en una época agitada entre una situación y otra. Dentro de algún tiempo volverá la normalidad y el estado del país no ofrecerá un sobresalto cada día. Aumentará el crecimiento, se reactivará el consumo, bajará algo el paro, volverá el crédito y se reducirá el déficit. Pero al despertarnos, si todo sigue como está y quienes nos gobiernan hoy se perpetúan en el poder (y no me refiero solo a los políticos), nos encontraremos con un mundo distinto, como les pasó a los cristianos durmientes, aunque con resultados muy diversos.