Por eso yo prefiero a los pastafaris, que en su humildad no pretenden salvar a nadie, y no al Sumo Podemita que considera parte de sus misiones pedagógicas el empeño en iluminar a los ingenuos españoles para demostrarles que la Transición nunca existió y que seguimos en el pecado del Franquismo. Error del que quiere sacarnos la Epifanía de Iglesias revelándonos La Verdad Lila (color litúrgico y oficial). Como parte de esas enseñanzas para llevar a los descarriados españoles por el camino correcto el Sumo Podemita, en su divina generosidad, está dispuesto a guiarnos, prometiendo el maná de las rentas que caerán del cielo para todos. Sólo hay que comulgar con sus círculos de molino.
saludos
saludos