Letrilla de la Virgen María Esperando la Navidad
(La Virgen piensa y se pregunta así:)
Cuando venga, ay, yo no sé
con qué le envolveré yo,
con qué.
Ay, dímelo tú, la luna,
cuando en tus brazos de hechizo
tomas al roble macizo
y le acunas en tu cuna.
Dímelo, que no lo sé,
con qué le tocaré yo,
con qué.
Ay, dímelo tú, la brisa,
que con tus besos tan leves
la hoja más alta remueves,
peinas la pluma más lisa.
Dímelo y no lo diré…
¿Con qué le besaré yo,
con qué?
Pues dímelo tú, arroyuelo, tú, que con labios de plata, le cantas una sonata de azul música de cielo. Cuéntame, susúrrame: ¿Con qué le cantaré yo, con qué?
Y, ahora que me acordaba,
Ángel del Señor, de ti;
dímelo, pues recibí
tu mensaje: «He aquí la esclava».
Sí, dímelo, por tu fe,
con qué le abrazaré yo,
con qué.
O dímelo tú, si no,
si es que lo sabes, José,
y yo te obedeceré,
que soy una niña yo:
¿Con qué manos le tendré,
que no se me rompa, no,
con qué?
(La Virgen piensa y se pregunta así:)
Cuando venga, ay, yo no sé
con qué le envolveré yo,
con qué.
Ay, dímelo tú, la luna,
cuando en tus brazos de hechizo
tomas al roble macizo
y le acunas en tu cuna.
Dímelo, que no lo sé,
con qué le tocaré yo,
con qué.
Ay, dímelo tú, la brisa,
que con tus besos tan leves
la hoja más alta remueves,
peinas la pluma más lisa.
Dímelo y no lo diré…
¿Con qué le besaré yo,
con qué?
Pues dímelo tú, arroyuelo, tú, que con labios de plata, le cantas una sonata de azul música de cielo. Cuéntame, susúrrame: ¿Con qué le cantaré yo, con qué?
Y, ahora que me acordaba,
Ángel del Señor, de ti;
dímelo, pues recibí
tu mensaje: «He aquí la esclava».
Sí, dímelo, por tu fe,
con qué le abrazaré yo,
con qué.
O dímelo tú, si no,
si es que lo sabes, José,
y yo te obedeceré,
que soy una niña yo:
¿Con qué manos le tendré,
que no se me rompa, no,
con qué?