Ciudadana, pienso igual que tú. Mi madre ha tenido una vida difícil, y ahora, por diversas enfermedades, está teniendo una vejez horrible. Aunque solo sea por salud mental, necesito creer, o por lo menos tener un mínimo de esperanza de que todo no terminará aquí. Esa pequeña duda me ayuda a sobrellevar las situaciones difíciles, injustas o absurdas de la vida. No soy creyente, pero cuando me siento sobre la arena de una playa en soledad y contemplo amanecer, me invade una reconfortante "espiritualidad" que me lleva a pensar que detrás de tanta belleza y armonía tiene que haber algo, una ley, fuerza cósmica o como se la quiera llamar, que se escapa a nuestro entendimiento. En todo caso, si al final no hay nada, no nos enteraremos, pero como he comentado al principio, mientras tanto, necesito tener esperanza.
Un cordial saludo.
Un cordial saludo.