Me niego a admitir que tenga nadie que reconocer del trabajo de la mujer en el hogar, que incluye el esfuerzo CALLADO Y SUMISO de la misma. Eso es una exageración. Tal circunstancia se daba hace muchos años, pienso que ahora son una minoría las mujeres que sufren esa SUMISION. Hemos evolucionado mucho gracias a Dios para admitir ahora que no reconocen nuestro esfuerzo sumiso. lA SUMISION es la acción de someterse a la voluntad de otra persona o a la fuerza de una situación. Nadie nos obliga a casarnos, vivir en pareja, ser madres. Hoy día elegimos nosotras mismas lo que queremos. Por favor, aquí no ocurre como en el tercer mundo, que nuestro padre nos casa con un viejo a cambio de cuatro vacas.
Afortunadamente, hoy día cada vez es más habitual entre las parejas jóvenes la colaboración en las tareas de la casa. Pero es que esa educación y esa preparación para asumir ese rol, se les debe dar a los hijos desde bien pequeños. Hasta ahora, a los hijos varones no se les asignaba la tarea de, fregar, recoger la mesa, enseñarles a hacer una cama, etc. Todo ello porque nosotros mismos sin quererlo les estábamos mostrando que ese no era su trabajo, sin embargo a las hijas, sí se las enseña sin duda ese papel que tendrán que desempeñar en la vida. Luego entonces somos los padres los que tenemos mucha culpa de inculcar a nuestros hijos cosas que en realidad pueden llegar a ser un problema para ellos, tanto si se casan como si se quedan solteros y no saben ni freirse un huevo ni plancharse una camisa. Hay que prepararlos para todo. En el hogar no hay una labor específica para la mujer y otra para el hombre. Se deben repartir ellos las tareas dependiendo de lo que ellos pacten.
Muy pocas mujeres veo hoy día SUMISAS y CALLADAS, gracias a Dios, y menos entre la juventud, sí se ve aún en mujeres mayores en algunos pueblos. Confío en que todo siga cambiando, pero insisto, debemos empezar los padres a tratar de formar a nuestros hijos en esa idea.
Afortunadamente, hoy día cada vez es más habitual entre las parejas jóvenes la colaboración en las tareas de la casa. Pero es que esa educación y esa preparación para asumir ese rol, se les debe dar a los hijos desde bien pequeños. Hasta ahora, a los hijos varones no se les asignaba la tarea de, fregar, recoger la mesa, enseñarles a hacer una cama, etc. Todo ello porque nosotros mismos sin quererlo les estábamos mostrando que ese no era su trabajo, sin embargo a las hijas, sí se las enseña sin duda ese papel que tendrán que desempeñar en la vida. Luego entonces somos los padres los que tenemos mucha culpa de inculcar a nuestros hijos cosas que en realidad pueden llegar a ser un problema para ellos, tanto si se casan como si se quedan solteros y no saben ni freirse un huevo ni plancharse una camisa. Hay que prepararlos para todo. En el hogar no hay una labor específica para la mujer y otra para el hombre. Se deben repartir ellos las tareas dependiendo de lo que ellos pacten.
Muy pocas mujeres veo hoy día SUMISAS y CALLADAS, gracias a Dios, y menos entre la juventud, sí se ve aún en mujeres mayores en algunos pueblos. Confío en que todo siga cambiando, pero insisto, debemos empezar los padres a tratar de formar a nuestros hijos en esa idea.
MARIELA yo estoy de acuerdo en muchas de las cosas que dices, mi madre nos enseñó las labores de la casa, somos 8 hermanos y los 6 primeros varones y hera mucho trabajo para ella sola, mi mujer enseñó a mis hijos, y estas enseñanzas nos sacaron de muchos situaciones por enfermedad y operaciones de mi mujer, pero hoy la tortilla dio la vuelta, si antes los hombres no sabian ni freir un huevo, ahora son las chicas jovenes las que no lo saben hacery lo peor es que las madres no las aprenden. CERCA de mi casa hay una cocinera que da clases, este año se apuntó un amigo soltero que vive con su madre, y le preguntó a la cocinera si se habian apuntado muchas mujeres y la profesora le dijo que de momento solo se apuntaron 12 hombres y me temo que no se apunte ninguna chica, y el curso empezó solamente con los hombres. SALUDOS