Menos mal que ya no es pecado que las personas que mueren suicidadas sean enterradas en los campoSANTOS porque además de la atroz muerte del familiar, ésto era un verdadero trauma para los desolados parientes que debían enterrar a sus seres queridos en lugares ajenos al cementerio o como mucho en los suelos de éste, sin opción a sepultura en altura.
Esto era una imposición de la iglesia que, como en otros casos, actuaba con absoluta actitud inquisidora.
saludos.
Esto era una imposición de la iglesia que, como en otros casos, actuaba con absoluta actitud inquisidora.
saludos.