Contestando a la pregunta.
Primero ¿qué es?
Dejarse llevar a cualquier sitio o situación como si no fuésemos seres racionales, como si no tuviésemos decisión propia. Como si fuésemos agua de un río, mar a expensas de cualquier viento, dirección o marea. Hacer de nosotros lo que quieren otros que hagamos. Ser víctimas de manipulación y actuar sin saber muy bien a qué dictado lo hacemos.
Y la segunda, ¿estamos alienados?
Pues muchas veces si, por prescindir de la suficiente crítica hacia lo que vivimos.
Nos dejamos influenciar por lo que nos dicen, por lo que dicen otros de nosotros mismos, por las modas pasajeras, por modas inquietantes, por modas peligrosas. Pero como lo hace todo el mundo, nosotros, también. ¿Ibamos a ser menos que otros?
Recuerdo unas palabras que me decía mi madre, en algunas ocasiones: "A mi no me importa lo que haga la gente, me importa lo que hagas tu". O mi abuela: "Porque la gente se tire a un pozo, no me voy a tirar yo".
Siempre, a lo largo de la historia se ha utilizado la indecisión de la gente para llevarle por distintos caminos. Llámase moda, ideas, actos.
Esto se produce por la poca decisión, por la poca seguridad que tenemos en nosotros mismos.
Y no nos damos cuenta pero somos víctimas continuamente de los mercados, del marketing, de estudios que nos inducen hacia donde les interesa a unos pocos llevarnos. Nos crean necesidades que no tenemos porque a ellos les interesa vender tal o cual marca. Tal o cual actitud, y yo creo que lo mas fácil es dejarse llevar.
Si te cuestionas las cosas, eres mas libre, pero como hay poca gente que lo hace, tienes que ir continuamente contracorriente de todo. Y muchas veces he ganado, pero me he ganado, la mayor parte de las veces, mucha soledad.
La gente tiene miedo, sobre todo a estar sola, pero si vences unas cuantas veces, al final, esa soledad es una gran amiga y aliada. Al final eres tu misma o tu mismo. No es tan malo ser amigo o amiga de la soledad. A veces produce frutos que de otra forma no se darían. Pero se necesita valor.
Primero ¿qué es?
Dejarse llevar a cualquier sitio o situación como si no fuésemos seres racionales, como si no tuviésemos decisión propia. Como si fuésemos agua de un río, mar a expensas de cualquier viento, dirección o marea. Hacer de nosotros lo que quieren otros que hagamos. Ser víctimas de manipulación y actuar sin saber muy bien a qué dictado lo hacemos.
Y la segunda, ¿estamos alienados?
Pues muchas veces si, por prescindir de la suficiente crítica hacia lo que vivimos.
Nos dejamos influenciar por lo que nos dicen, por lo que dicen otros de nosotros mismos, por las modas pasajeras, por modas inquietantes, por modas peligrosas. Pero como lo hace todo el mundo, nosotros, también. ¿Ibamos a ser menos que otros?
Recuerdo unas palabras que me decía mi madre, en algunas ocasiones: "A mi no me importa lo que haga la gente, me importa lo que hagas tu". O mi abuela: "Porque la gente se tire a un pozo, no me voy a tirar yo".
Siempre, a lo largo de la historia se ha utilizado la indecisión de la gente para llevarle por distintos caminos. Llámase moda, ideas, actos.
Esto se produce por la poca decisión, por la poca seguridad que tenemos en nosotros mismos.
Y no nos damos cuenta pero somos víctimas continuamente de los mercados, del marketing, de estudios que nos inducen hacia donde les interesa a unos pocos llevarnos. Nos crean necesidades que no tenemos porque a ellos les interesa vender tal o cual marca. Tal o cual actitud, y yo creo que lo mas fácil es dejarse llevar.
Si te cuestionas las cosas, eres mas libre, pero como hay poca gente que lo hace, tienes que ir continuamente contracorriente de todo. Y muchas veces he ganado, pero me he ganado, la mayor parte de las veces, mucha soledad.
La gente tiene miedo, sobre todo a estar sola, pero si vences unas cuantas veces, al final, esa soledad es una gran amiga y aliada. Al final eres tu misma o tu mismo. No es tan malo ser amigo o amiga de la soledad. A veces produce frutos que de otra forma no se darían. Pero se necesita valor.