LA EMPRESA QUE CUSTODIA EL VAGÓN DEL 11-M DENUNCIA EL ASALTO DE SUS INSTALACIONES
Dos individuos asaltaron las instalaciones de Tafesa, la compañía subcontratada por Renfe para custodiar y conservar los restos del vagón del 11-M que explotó en Santa Eugenia, y que fue encontrado por Libertad Digital.
Según denunció a La Gaceta uno de los
trabajadores de la compañía, el asalto se produjo pasada la medianoche, en la madrugada del sábado 3 al domingo 4 de marzo. Los individuos rompieron una de las vallas del recinto y enfilaron directamente al cobertizo donde está almacenada la chatarra del atentado, concretamente del vagón que estalló en la estación de Santa Eugenia.
"Está claro que no eran cacos. Cualquier persona que sepa algo de actividad policial puede decir que no eran cacos", dicen las fuentes del diario. Los dos guardas de seguridad interceptaron a los intrusos a las puertas del hangar y, al verse descubiertos, se dieron a la fuga.
"Huyeron muy rápidamente", aseguran fuentes del complejo. "Se mostraron muy ágiles al saltar uno de los muros del recinto. Por ello, "se notaba que tenían un conocimiento exhaustivo del lugar, ya que esquivaron a plena carrera todos los alambres, metales, fosos y chartarra muy afilada que riegan todo el terreno. Era noche cerrada y no se veía nada". Según relatan fuentes del almacén, dieron un brinco tremendo sobre el alambre de espino y los pinchos sin hacerse ni un rasguño.
Al día siguiente, la empresa interpuso una demanda ante la Policía, y en días posteriores se recibió en las oficinas una llamada de "un cargo importante de la Policía. No de comisaría, sino de la dirección general". En las últimas semanas, ha sido permanente el merodeo a las instalaciones de la empresa por parte de individuos sospechosos. Por ello, Tafesa se ha visto obligada a reforzar la seguridad con dos guardas jurados.
El asalto se produjo a escasos tres días de que la
Guardia Civil precintase el lugar, tal y como informó Libertad Digital, y unos cinco después de la exclusiva periodística de este diario.
Tras los atentados del 11 de marzo de 2004, la mayor parte del vagón fue restaurado, y la chatarra resultante de la reparación no se vendió ni se fundió, como al parecer se hizo con los demás vagones atacados, sino que se mantuvo durante estos ocho años en los almacenes que Tafesa tiene en Villaverde (
Madrid). La empresa, tal y como asegura La Gaceta, siempre ha defendido su "transparencia" en la custodia del vagón y se declara totalmente ajena a los movimientos de los últimos días.