Hoy por Hoy
La firma de Àngels Barceló
Feijóo, devorado por el ala más radical
El PP de Alberto Núñez Feijóo empieza a ser un peligro para las instituciones
Cadena SER
01/11/2022 - 8:22 h CET
Madrid El PP intenta reforzar su relato del incumplimiento constitucional. La enésima excusa para mantener bloqueada la renovación del Poder Judicial, ya saben, ha sido la reforma del delito de sedición, pero podría haber sido cualquier otra porque ya hemos perdido la cuenta de todas las que ha utilizado.
Pero esta es especialmente grave. Y lo es porque el PP quiere que el Gobierno ponga por escrito que renuncia a rebajar el delito de sedición. Y es especialmente grave porque el Partido Popular lo que pretende es inmiscuirse en las funciones del poder legislativo, alterar el orden y el funcionamiento de la democracia. La reforma del código penal, para rebajar las penas por sedición, es una prerrogativa del poder legislativo, porque es una reforma que se hace a través de una ley que el Congreso puede o no puede aprobar, ahí está el juego de mayorías parlamentarias. Un ejercicio absolutamente democrático. Uno puede estar a favor o en contra de una ley, puede votarla o puede rechazarla, este es el único papel que puede hacer el PP con la reforma del Código Penal. Lo que no puede hacer en ningún caso es condicionar el cumplimiento de la Constitución a la aprobación de una ley que solo compete al parlamento donde reside, por si al PP se le olvida, la soberanía popular.
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Así que lo que está haciendo el Partido Popular de Alberto Núñez Feijóó es deteriorar las instituciones y utilizarlas como escudo para no cumplir con su obligación constitucional. Por eso, escuchar ayer a Elías Bendodo, coordinador nacional de los populares, decir que Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, es un mal español pone los pelos de punta. El PP que reparte los carnés de españolidad y constitucionalidad es el partido que lleva cerca de cuatro años incumpliendo la carta magna, desde su españolidad, claro.
Alberto Núiñez Feijóo, que llegó a la presidencia del partido exhibiendo su moderación y prometiendo pactos de estado, ha sido devorado, él también, por el ala más radical y sus terminales mediáticas. No no hay ninguna diferencia entre este PP y el de Pablo Casado, ni en el fondo y ya tampoco en las formas. El PP de Feijóo está cuestionando la legitimidad de este Gobierno para impulsar leyes y reformas en el Congreso. Está cuestionando la legitimidad de un Gobierno elegido democráticamente. Pero ellos son los buenos españoles y los mejores constitucionalistas. Pues no, el PP de<<<<<< Alberto Núñez Feijóo empieza a ser un peligro para las instituciones.>>>>>>>>
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Feijóo, devorado por el ala más radical
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01/11/2022 - 8:22 h CET
Madrid El PP intenta reforzar su relato del incumplimiento constitucional. La enésima excusa para mantener bloqueada la renovación del Poder Judicial, ya saben, ha sido la reforma del delito de sedición, pero podría haber sido cualquier otra porque ya hemos perdido la cuenta de todas las que ha utilizado.
Pero esta es especialmente grave. Y lo es porque el PP quiere que el Gobierno ponga por escrito que renuncia a rebajar el delito de sedición. Y es especialmente grave porque el Partido Popular lo que pretende es inmiscuirse en las funciones del poder legislativo, alterar el orden y el funcionamiento de la democracia. La reforma del código penal, para rebajar las penas por sedición, es una prerrogativa del poder legislativo, porque es una reforma que se hace a través de una ley que el Congreso puede o no puede aprobar, ahí está el juego de mayorías parlamentarias. Un ejercicio absolutamente democrático. Uno puede estar a favor o en contra de una ley, puede votarla o puede rechazarla, este es el único papel que puede hacer el PP con la reforma del Código Penal. Lo que no puede hacer en ningún caso es condicionar el cumplimiento de la Constitución a la aprobación de una ley que solo compete al parlamento donde reside, por si al PP se le olvida, la soberanía popular.
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Así que lo que está haciendo el Partido Popular de Alberto Núñez Feijóó es deteriorar las instituciones y utilizarlas como escudo para no cumplir con su obligación constitucional. Por eso, escuchar ayer a Elías Bendodo, coordinador nacional de los populares, decir que Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, es un mal español pone los pelos de punta. El PP que reparte los carnés de españolidad y constitucionalidad es el partido que lleva cerca de cuatro años incumpliendo la carta magna, desde su españolidad, claro.
Alberto Núiñez Feijóo, que llegó a la presidencia del partido exhibiendo su moderación y prometiendo pactos de estado, ha sido devorado, él también, por el ala más radical y sus terminales mediáticas. No no hay ninguna diferencia entre este PP y el de Pablo Casado, ni en el fondo y ya tampoco en las formas. El PP de Feijóo está cuestionando la legitimidad de este Gobierno para impulsar leyes y reformas en el Congreso. Está cuestionando la legitimidad de un Gobierno elegido democráticamente. Pero ellos son los buenos españoles y los mejores constitucionalistas. Pues no, el PP de<<<<<< Alberto Núñez Feijóo empieza a ser un peligro para las instituciones.>>>>>>>>