Romancero fronterizo (reproducción de CanalSú)
- ¡Rubalcaba, Rubalcaba,
pillo de la pillería
el día que tú naciste
grandes follones había!
Estaba Roldán en racha,
Felipe, que no vivía,
pillo que en tal lío nace
no debe decir mentira.
-No te la diré. Zeñor,
por una vez en la vida.
-Yo te agradezco, Rubalcaba,
aquesta tu valentía.
¿Qué humareda es aquella?
¡Alta es y ensombrecía!
-La de la T4, Zeñor,
y la otra es la misma;
lo otro son escombros
cascotes y alguna vida.
El etarra que los provoca
hasta Navarra quería
y el día que no lo hace
en vil tregua se decía;
desque los tuvo terminados
la gente a la calle salía
porque no provoque otros tales
de Euskadi a Andalucía.
Allí callara el rey Zapatero
nada oiréis, pues nada decía,
sólo volvió a Doñana,
que vacaciones aún tenía
y no era cosa de perderlas
entre tanta tontería.
Echó un guiño a Rubalcaba,
que pasmao permanecía,
Pepiño, que está de guardia,
con sus chorradas seguía. ... (ver texto completo)
- ¡Rubalcaba, Rubalcaba,
pillo de la pillería
el día que tú naciste
grandes follones había!
Estaba Roldán en racha,
Felipe, que no vivía,
pillo que en tal lío nace
no debe decir mentira.
-No te la diré. Zeñor,
por una vez en la vida.
-Yo te agradezco, Rubalcaba,
aquesta tu valentía.
¿Qué humareda es aquella?
¡Alta es y ensombrecía!
-La de la T4, Zeñor,
y la otra es la misma;
lo otro son escombros
cascotes y alguna vida.
El etarra que los provoca
hasta Navarra quería
y el día que no lo hace
en vil tregua se decía;
desque los tuvo terminados
la gente a la calle salía
porque no provoque otros tales
de Euskadi a Andalucía.
Allí callara el rey Zapatero
nada oiréis, pues nada decía,
sólo volvió a Doñana,
que vacaciones aún tenía
y no era cosa de perderlas
entre tanta tontería.
Echó un guiño a Rubalcaba,
que pasmao permanecía,
Pepiño, que está de guardia,
con sus chorradas seguía. ... (ver texto completo)