LO QUE NOS QUEDABA POR VER:
Que Rubalcaba no es Churchill es una obviedad. Pero tras su entronización como líder del PSOE -sobre el cadáver insepulto del propio Zapatero- conviene recordar una deliciosa anécdota. Estaba Churchill a punto de dar una conferencia multitudinaria y una señora se le acercó para darle la enhorabuena por la nutrida concurrencia.
¡Mire, le dijo La Sra. han venido más de 2.000 personas a escucharle’! Churchill debió poner cara de incredulidad y le espetó a la mujer. ‘No ... (ver texto completo)
Que Rubalcaba no es Churchill es una obviedad. Pero tras su entronización como líder del PSOE -sobre el cadáver insepulto del propio Zapatero- conviene recordar una deliciosa anécdota. Estaba Churchill a punto de dar una conferencia multitudinaria y una señora se le acercó para darle la enhorabuena por la nutrida concurrencia.
¡Mire, le dijo La Sra. han venido más de 2.000 personas a escucharle’! Churchill debió poner cara de incredulidad y le espetó a la mujer. ‘No ... (ver texto completo)