COMANDO RUBALCABA
Adicto al poder, más que a la política. Así definen sus íntimos a Alfredo Pérez Rubalcaba, actual secretario general del PSOE. Junto a él, y siempre a sus órdenes, ha intervenido toda una serie de personajes de los más diversos sectores de la vida pública.
Alfredo Pérez Rubalcaba nació en Solares (Cantabria) en 1951. Con 18 años comenzó su actividad política, durante el curso 1969/70 en su primer año de estudiante en la Universidad Complutense de Madrid. Aunque hijo de un aviador del ejército de Franco, luego piloto de Iberia, y alumno del selecto Colegio Marianista del Pilar, Rubalcaba coqueteó desde joven con el anarquismo y el comunismo.
Fue en el campus de Moncloa donde conoció a los que siguen siendo sus amigos. Ellos permanecen como piezas clave de su acción política. Pero a los viejos camaradas del ayer se les han unido nuevos compañeros. Todos ellos forman parte del selecto comando de elegidos por Alfredo. Integrantes, todos ellos, de un ejército mayor y más importante: la izquierda española.
Eran los famosos años yeyés de los chicos del Preu, y de las primeras movilizaciones antifranquistas. En la facultad de Ciencias Químicas de la UCM fue donde Rubalcaba conoció a la persona más importante de su vida: su mujer Pilar Goya, química como él e investigadora del CSIC. Sus compañeros de entonces recuerdan a Rubalcaba como un estudiante frío y calculador: “Enseguida se metió en política en compañía de José Enrique Serrano Martínez, entonces estudiante de Derecho (actual diputado del PSOE por Madrid y que fue anteriormente director de Gabinete con Zapatero y Felipe González)”.
De aquellos años universitarios viene su amistad con María Emilia Casas Baamonde (expresidenta del Tribunal Constitucional) que era íntima de la primera mujer de Enrique Serrano (Margarita Temprano) y con María Teresa Fernández de la Vega, también vicepresidenta con Zapatero. En las asambleas de la Complutense, Rubalcaba estableció contacto con otro personaje entonces militante del PCE, al que años después utilizaría para los entre manejes de la negociación del Gobierno de ZP con ETA: José Manuel Gómez Benítez, catedrático de Derecho Penal y actual vocal progresista del CGPJ.
Antiguos estudiantes antifranquistas los recuerdan perfectamente: “Todos eran de familias tradicionales, franquistas y muy conservadoras -el abuelo de José Enrique Serrano, Francisco Martínez García, fue jefe de la Comunión Tradicionalista en Murcia y fue asesinado el 5 de agosto de 1936 en Tribaldos (Cuenca) por milicianos del Frente Popular, mientras que su padre, Enrique Serrano Guirado, falangista, catedrático de Derecho Civil-; con Enrique Serrano, Rubalcaba lideró el movimiento de los PNN (Profesores No Numerarios). En la universidad aprendieron todo lo que saben de política”.
En 1974, Rubalcaba se sacude todo el idealismo revolucionario de sus “años más rojos” y se afilia al PSOE. Cuentan que, al no tener descendencia, pudo volcarse enteramente a la política y a los cargos que le fueron cayendo. En 1982, con los socialistas en el poder, Alfredo P. R. se dedica a los temas de educación y, en 1992, llega por fin a ser ministro. Mientras el PSOE se desgarra entre guerristas y renovadores, él se convierte en hombre de máxima confianza de Felipe González, que, al año siguiente, le nombra portavoz y ministro de la Presidencia.
Fue durante los años de plomo de la corrupción felipista y el terrorismo del GAL cuando Rubalcaba adquirió las claves para manejar dos de los instrumentos que más le han ayudado en épocas posteriores: los medios de comunicación y las cloacas del Estado. De ese tiempo le vienen sus buenas relaciones con el Grupo Prisa y otros medios afines. También de ahí nace su relación con policías y agentes del CNI, de toda especie y condición, como por ejemplo Juan Antonio González (JAG), comisario artífice en su tiempo de la entrega de Luis Roldán y, años después, de la investigación del caso Gürtel.
Todas estas amistades peligrosas le fueron muy útiles durante los atentados del 11-M para hacer volcar a la opinión pública hacia la tesis del atentado integrista islámico. Su hábil gestión durante aquellos días le sirvió para dar el salto definitivo al núcleo duro del zapaterismo. Allí hizo y deshizo nuevos entuertos delicados, como el caso Faisán, la negociación con ETA, llevando, finalmente, al PSOE al peor resultado de su historia en las elecciones del pasado 20-N. Hoy arenga a las masas, desde la poltrona de la calle de Ferraz, para que salgan a las calles para combatir al PP. La cabra política de Rubalcaba siempre tira al monte.
Juan Antonio González (JAG). Comisario de la Policía Judicial. En los primeros años de la Transición, se vio involucrado en las torturas que acabaron con la vida del etarra Arregui. En la época de Belloch dirigió la detención de Luis Roldán. Está relacionado con Enrique García Castaño, Telesforo Rubio y Jesús Cabanillas, elementos clave del 11-M.
José Enrique Serrano Martínez. Actual diputado del PSOE. Fue director de Gabinete de Felipe González y de José Luis Rodríguez Zapatero. Amigo personal de Rubalcaba, con quien lideró el movimiento de los PNN en la Universidad.
José Manuel Gómez Benítez. Actual vocal del CGPJ. Representó al Gobierno de ZP en las negociaciones con ETA en 2006. Abogado de confianza del PSOE y amigo personal de Baltasar Garzón. Fue militante del PCE y conoce a Rubalcaba desde su época en la Universidad.
Antonio Camacho. Actual diputado del PSOE y ex ministro del Interior. Fiscal de Madrid a las órdenes del que fue ministro de Justicia Mariano Fernández Bermejo durante la noventa y hasta 2004. Su nombre ha aparecido vinculado al chivatazo del caso Faisán.
Adicto al poder, más que a la política. Así definen sus íntimos a Alfredo Pérez Rubalcaba, actual secretario general del PSOE. Junto a él, y siempre a sus órdenes, ha intervenido toda una serie de personajes de los más diversos sectores de la vida pública.
Alfredo Pérez Rubalcaba nació en Solares (Cantabria) en 1951. Con 18 años comenzó su actividad política, durante el curso 1969/70 en su primer año de estudiante en la Universidad Complutense de Madrid. Aunque hijo de un aviador del ejército de Franco, luego piloto de Iberia, y alumno del selecto Colegio Marianista del Pilar, Rubalcaba coqueteó desde joven con el anarquismo y el comunismo.
Fue en el campus de Moncloa donde conoció a los que siguen siendo sus amigos. Ellos permanecen como piezas clave de su acción política. Pero a los viejos camaradas del ayer se les han unido nuevos compañeros. Todos ellos forman parte del selecto comando de elegidos por Alfredo. Integrantes, todos ellos, de un ejército mayor y más importante: la izquierda española.
Eran los famosos años yeyés de los chicos del Preu, y de las primeras movilizaciones antifranquistas. En la facultad de Ciencias Químicas de la UCM fue donde Rubalcaba conoció a la persona más importante de su vida: su mujer Pilar Goya, química como él e investigadora del CSIC. Sus compañeros de entonces recuerdan a Rubalcaba como un estudiante frío y calculador: “Enseguida se metió en política en compañía de José Enrique Serrano Martínez, entonces estudiante de Derecho (actual diputado del PSOE por Madrid y que fue anteriormente director de Gabinete con Zapatero y Felipe González)”.
De aquellos años universitarios viene su amistad con María Emilia Casas Baamonde (expresidenta del Tribunal Constitucional) que era íntima de la primera mujer de Enrique Serrano (Margarita Temprano) y con María Teresa Fernández de la Vega, también vicepresidenta con Zapatero. En las asambleas de la Complutense, Rubalcaba estableció contacto con otro personaje entonces militante del PCE, al que años después utilizaría para los entre manejes de la negociación del Gobierno de ZP con ETA: José Manuel Gómez Benítez, catedrático de Derecho Penal y actual vocal progresista del CGPJ.
Antiguos estudiantes antifranquistas los recuerdan perfectamente: “Todos eran de familias tradicionales, franquistas y muy conservadoras -el abuelo de José Enrique Serrano, Francisco Martínez García, fue jefe de la Comunión Tradicionalista en Murcia y fue asesinado el 5 de agosto de 1936 en Tribaldos (Cuenca) por milicianos del Frente Popular, mientras que su padre, Enrique Serrano Guirado, falangista, catedrático de Derecho Civil-; con Enrique Serrano, Rubalcaba lideró el movimiento de los PNN (Profesores No Numerarios). En la universidad aprendieron todo lo que saben de política”.
En 1974, Rubalcaba se sacude todo el idealismo revolucionario de sus “años más rojos” y se afilia al PSOE. Cuentan que, al no tener descendencia, pudo volcarse enteramente a la política y a los cargos que le fueron cayendo. En 1982, con los socialistas en el poder, Alfredo P. R. se dedica a los temas de educación y, en 1992, llega por fin a ser ministro. Mientras el PSOE se desgarra entre guerristas y renovadores, él se convierte en hombre de máxima confianza de Felipe González, que, al año siguiente, le nombra portavoz y ministro de la Presidencia.
Fue durante los años de plomo de la corrupción felipista y el terrorismo del GAL cuando Rubalcaba adquirió las claves para manejar dos de los instrumentos que más le han ayudado en épocas posteriores: los medios de comunicación y las cloacas del Estado. De ese tiempo le vienen sus buenas relaciones con el Grupo Prisa y otros medios afines. También de ahí nace su relación con policías y agentes del CNI, de toda especie y condición, como por ejemplo Juan Antonio González (JAG), comisario artífice en su tiempo de la entrega de Luis Roldán y, años después, de la investigación del caso Gürtel.
Todas estas amistades peligrosas le fueron muy útiles durante los atentados del 11-M para hacer volcar a la opinión pública hacia la tesis del atentado integrista islámico. Su hábil gestión durante aquellos días le sirvió para dar el salto definitivo al núcleo duro del zapaterismo. Allí hizo y deshizo nuevos entuertos delicados, como el caso Faisán, la negociación con ETA, llevando, finalmente, al PSOE al peor resultado de su historia en las elecciones del pasado 20-N. Hoy arenga a las masas, desde la poltrona de la calle de Ferraz, para que salgan a las calles para combatir al PP. La cabra política de Rubalcaba siempre tira al monte.
Juan Antonio González (JAG). Comisario de la Policía Judicial. En los primeros años de la Transición, se vio involucrado en las torturas que acabaron con la vida del etarra Arregui. En la época de Belloch dirigió la detención de Luis Roldán. Está relacionado con Enrique García Castaño, Telesforo Rubio y Jesús Cabanillas, elementos clave del 11-M.
José Enrique Serrano Martínez. Actual diputado del PSOE. Fue director de Gabinete de Felipe González y de José Luis Rodríguez Zapatero. Amigo personal de Rubalcaba, con quien lideró el movimiento de los PNN en la Universidad.
José Manuel Gómez Benítez. Actual vocal del CGPJ. Representó al Gobierno de ZP en las negociaciones con ETA en 2006. Abogado de confianza del PSOE y amigo personal de Baltasar Garzón. Fue militante del PCE y conoce a Rubalcaba desde su época en la Universidad.
Antonio Camacho. Actual diputado del PSOE y ex ministro del Interior. Fiscal de Madrid a las órdenes del que fue ministro de Justicia Mariano Fernández Bermejo durante la noventa y hasta 2004. Su nombre ha aparecido vinculado al chivatazo del caso Faisán.