Lo que dice Chando no es ni mas ni menos que la realidad de este pais. Y lo ha
simultaneado muy bien con Mercadona.
Cuando en este pais precisamente lo que se necesita son empresarios que generen
riqueza y puestos de trabajo (el mejor beneficio social) y que son envidiados en muchos
paises, tenemos que ser nosotros mismos, sus compatriotas, los que tengamos que
difamarlos. Porque lo de Brasil es responsabilidad de sus proveedoras y los pobres que
hay en Brasil NO LOS CREO ZARA. Les esta dando de comer, que no es lo mismo. Y en
India, por reportaje televisivo, se demostró que n eran niños. Eran jóvenes de 18/20 años.
Y la pobreza de la India tampoco la genero ZARA. En ambos países habrá que preguntar
a sus políticos del porque de esas miserias.
Por diversas circunstancias personales el Sr. AMANCIO Ortega y su primera esposa Dña.
Resalía Mera, son muy proclives a favorecer allá donde se necesita. Y tienen ambos una
gran sensibilidad social. Cuando esta se canaliza a través de organismos solventes
que se sabe que dan un buen fin al dinero que reciben en vez de darselo a ONG, s
politizadas, es cuando salta la envidia nacional.
Es una pena.
simultaneado muy bien con Mercadona.
Cuando en este pais precisamente lo que se necesita son empresarios que generen
riqueza y puestos de trabajo (el mejor beneficio social) y que son envidiados en muchos
paises, tenemos que ser nosotros mismos, sus compatriotas, los que tengamos que
difamarlos. Porque lo de Brasil es responsabilidad de sus proveedoras y los pobres que
hay en Brasil NO LOS CREO ZARA. Les esta dando de comer, que no es lo mismo. Y en
India, por reportaje televisivo, se demostró que n eran niños. Eran jóvenes de 18/20 años.
Y la pobreza de la India tampoco la genero ZARA. En ambos países habrá que preguntar
a sus políticos del porque de esas miserias.
Por diversas circunstancias personales el Sr. AMANCIO Ortega y su primera esposa Dña.
Resalía Mera, son muy proclives a favorecer allá donde se necesita. Y tienen ambos una
gran sensibilidad social. Cuando esta se canaliza a través de organismos solventes
que se sabe que dan un buen fin al dinero que reciben en vez de darselo a ONG, s
politizadas, es cuando salta la envidia nacional.
Es una pena.