EL AMIGO
No envidiéis mi alegría, mi salud ni mi canto;
no envidiéis lo que sueño, ni envidiéis lo que digo.
pues todo eso no vale ni una gota de llanto.
Pero envidiadme toda la amistad de este amigo...
Ah, sí, envidiad la gloria de esta firme confianza,
cuyo sentir profundo ni en mal ni en bien se altera,
porque yo siento mío lo que tu mano alcanza ... (ver texto completo)
No envidiéis mi alegría, mi salud ni mi canto;
no envidiéis lo que sueño, ni envidiéis lo que digo.
pues todo eso no vale ni una gota de llanto.
Pero envidiadme toda la amistad de este amigo...
Ah, sí, envidiad la gloria de esta firme confianza,
cuyo sentir profundo ni en mal ni en bien se altera,
porque yo siento mío lo que tu mano alcanza ... (ver texto completo)