Estimado escritor galardonado con el
Premio Nobel:
Su visita a la
Argentina para dictar una pequeña conferencia en la apertura de la Feria del
Libro de Buenos Aires desató hace algunas semanas una importante polémica, ya que sus declaraciones en el exterior acerca de la situación en mi país hicieron pensar a los diversos sectores
políticos que están encarando la campaña electoral que su discurso podía resultar incendiario.
Afortunadamente, privó en usted el sentido común y habló moderadamente, centrándose más en temas que conoce, y mucho menos en una realidad argentina de la que evidentemente maneja pocos datos, como ha reconocido en su reciente carta a Hebe de Bonafini.
En oportunidad de su presencia en la mencionada Feria del Libro de Buenos Aires, la señora Hebe de Bonafini, Presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, le acercó una misiva solicitando su adhesión a un pedido para que la empresa operadora de Televisión por cable perteneciente al Grupo Clarín, Cablevisión, acatara la ley argentina y permitiera la salida al aire del canal de
noticias CN23 (en el que la aludida Bonafini tiene un programa con Teresa Parodi). Usted recibió la nota y prometió responderla.
Aclaro para lectores no
argentinos como es usted, estimado Vargas, que la legislación de mi país establece que las empresas de TV por cable deben agrupar los canales según su género, es decir, los canales de aire todos juntos, los de noticias todos juntos, y lo mismo se pide respecto a los infantiles, a los de películas, a los deportivos o a los culturales.
En Argentina se ven varios canales de noticias, de dueños y orientaciones ideológicas muy distintas, entre otros TN, Canal 26, C5N, Crónica TV, CNN, CN23, y Telesur. Y, aunque la legislación argentina ordena que se emitan todos y se los ubique en la grilla en canales sucesivos, lo que permite al televidente poder elegir el que más le gusta con mayor comodidad, e incluso comparar fácilmente unos y otros, la empresa Cablevisión se niega a emitir CN23 y Telesur –así como un canal con programación infantil, Paka Paka- porque mantiene con ellos diferencias ideológicas. Y, además, ubica al Canal de Noticias TN -perteneciente también al Grupo Clarín- entre Canal 11 y Canal 13, los dos canales de aire más vistos en Argentina, lo que le otorga una ubicación privilegiada.
Pasados varios días de su presencia en la Feria del Libro, Bonafini emitió un comunicado quejándose por su falta de respuesta, y llamándolo incluso “fascista”.
Siguieron pasando los días, y finalmente llega su respuesta, su patética respuesta si me permite adelantar un juicio.
Su pequeña misiva es una joya de equívocos y disparates.
Primero se disculpa diciendo que tardó en contestar porque tuvo que informarse sobre el tema, porque lo desconocía (si no sabe del conflicto entre Clarín y el
gobierno argentino, que lleva ya años y está en los medios todos los días, evidentemente desconoce bastante sobre mi país) …
Luego sostiene que el conflicto es entre una empresa privada y “una cantante” … Lo cual parece indicar que usted, como dijo Bonafini en su respuesta radial, “escribe bien pero no entiende lo que lee”. La nota de la presidenta de Madres de Plaza de Mayo hacía alusión a TODO UN CANAL DE NOTICIAS al que no se le permite salir al aire. No se trata de “una cantante” (que tiene nombre; se llama Teresa Parodi).
Finalmente pone sobre la mesa la joyita de sus argumentaciones: señala que este conflicto no compromete ni los derechos humanos ni la libertad de
prensa porque es un problema “local”… Yo le digo, estimado Vargas: TODO PROBLEMA DE LIBERTAD DE PRENSA ES UN PROBLEMA LOCAL … Si en
México asesinan a un periodista por mes es un problema LOCAL mexicano; si en
Cuba la prensa no puede criticar al gobierno es un problema LOCAL cubano; si en
Honduras los periodistas que se opusieron y se oponen al golpismo son masacrados, es un problema LOCAL hondureño; si en la
Alemania nazi los periodistas terminaban en campos de concentración era un problema LOCAL
alemán. Su argumentación da por tierra con cientos de años de luchas a favor de la libertad de prensa y de la
libertad de expresión. Reniega de esas luchas por defender los intereses de algunas grandes corporaciones mediáticas. Su argumentación implica que por debajo de las
Naciones Unidas nada ni nadie sobre la tierra puede afectar a la libertad de prensa … porque todo es “local” …
Como se que usted es un
hombre informado e inteligente, permítame dudar de la veracidad de sus razones. Usted no puede confesar porqué no apoya el pedido de Bonafini, y entonces recurre a cualquier excusa impresentable para justificar lo injustificable.
Usted, estimado Vargas, está apoyando una situación de censura por motivos ideológicos, está apoyando una flagrante violación del principio de la libertad de prensa. Está apoyando una situación en la cual un Poder (económico) vulnera derechos elementales de las personas.
Usted no está siendo muy “liberal” que digamos …
Lo suyo, estimado Vargas, es Patetismo Ilustrado.
Atte.: Adrián Carlos Corbella