No, no hay que remontarse tanto. Como verás en mi escrito, "esclavitud" lo pongo entre comillas, Amigos de la fotografía

No, no hay que remontarse tanto. Como verás en mi escrito, "esclavitud" lo pongo entre comillas, lo mismo que "empleaban", pues eran empleados pero obligados a trabajar en condiciones infrahumanas por apenas nada y lo poco que ganaban lo tenían que gastar en las cantinas y colmados de las plantaciones o haciendas y en los economatos (no recuerdo cómo llamaban a las tiendas que tenían de todo, por Argentina creo que eran almacenes de ramo general), todas ellas propiedad de los hacendados. Y para colmo, los primeros propietarios explotadores, tanto de aquellos emporios como de las personas, fueron los jesuitas, ya que se dieron cuenta del chollo al ver el consumo del mate por los indígenas, y después, cuando se atiborraron, lo vendieron a desalmados, tanto o más que ellos, ya que los "obreros" no podían salir de allí y los que lo intentaban eran abatidos a tiros antes de llegar al río para embarcarse.

El que conseguía alejarse de allí, pues era insoportable la clase de vida que llevaban (por llamarla de alguna forma, ya que ni siquiera les pertenecía), o les dejaban llevar, se le perseguía, se le acosaba, y donde se le encontraba se le podía matar impunemente, pues tenían licencia para ello. Si era joven y aun conservaba fuerzas, no se le mataba, se le encadenaba y se le restituía a la hacienda, pues aun podría dar a ganar muchos pesos ¿De quién tenían licencia estos matones busca-recompensas? Pues de los "dueños" de esas personas esclavizadas y a ellos se la daban las autoridades, pues vivían todos ellos en connivencia, ya que éstas, en muchos casos, fueron los mismos dueños y sino, eran puestos por ellos en el cargo. A todo aquél pistolero que volvía con el cadáver de un fugitivo, o con un prisionero, se le recompensaba.

Los obreros los reclutaban entre "la miseria" humana que pululaba por los pueblos, prometiéndoles "el oro y el moro" (frase española, equivalente a "ofrecer un Potosí"), les hacían "firmar un contrato" por equis tiempo y sueldo y luego no lo cumplían, pues el sueldo trataban de quitárselo de una u otra forma, al igual que la vida cuando ya no "servían", cosa que sucedía más o menos al poco de estar por allí, debido a las enfermedades (que no les interesaba curar, pues eran costes superfluos), que como se supondrá, en la selva eran muchas.
Esto quizás ya no sea así, pero el siglo pasado, o sea, hasta algo avanzado el XX, seguía siendo así; los jesuitas creo que lo vendieron el siglo anterior, cuando llevaban explotando el negocio desde hacía muchos años. No llegó por allí un Mendizábal que les expropiara.
Saludos