Efectivamente, ha sido un lapsus y además casi se ve el nombre de la calle en la parte superior derecha. Y ahí, en la del Carmen, la he visto durante un montón de años; desde que la quitaron del centro de la plaza, aproximadamente, y la colocaron ahí. Veremos dónde la coloca otro nuevo alcalde que le de la ventolera como a este y como a los que les da por descomponer la plaza, que ya son muchos los cambios que la he visto hacer a la "pobre" Puerta del Sol.
Desde que quitaron el tránsito de vehículos por ella -y hasta antes de eso-, han ido desapareciendo cosas, como los jardines -para mí una de las cosas más importantes-, como farolas por cambiarlas por otras, los anuncios de medias "Berksire" -o como se escribiese- y todos los demás escepto el de Tío Pepe, que por algo será, o sus" motivos" tendrán para haberle dejado.
La gran aberración ha sido ahora en el último cambio, donde le sientan como a un santo dos pistolas las cristaleras abovedadas de acceso a METRO y cercanías y los acristalamientos fumé de los ascensores; MÁS LA GRAN CHORRADA DE DECIR EL SEÑOR ALCALDE QUE: "EL OSO Y EL MADROÑO VUELVEN A SU ANTERIOR EMPLAZAMIENTO". ¡Já! ¿Y qué, pasaban sobre ellos los vehículos que circulaban desde la calle de Alcalá hacia la del Arenal? ¿Como cuando la pusieron ante la del Carmen, que fue al suspender el tráfico por la plaza.
Esto, y otras cosas análogas -aberraciones-, las recojo en un escrito a modo de crónica que hice de un cierto recorrido por el centro, acompañado de fotos actuales de ciertas obras -como ésta de la Puerta del Sol que puse-, la Plaza de Oriente y otras como la de Santa Ana, por ejemplo, en el Barrio de las Letras.
En la foto: el Oso y el Madroño en su actual emplazamiento y panorámica de la Puerta del Sol, donde se pueden "apreciar" las cristaleras mencionadas y el suelo empedrado de toda la plaza; sin una "mala jardinera" siquiera. ¡Con las bonitas flores que tenían los bellos macizos que había!
Saludos
Desde que quitaron el tránsito de vehículos por ella -y hasta antes de eso-, han ido desapareciendo cosas, como los jardines -para mí una de las cosas más importantes-, como farolas por cambiarlas por otras, los anuncios de medias "Berksire" -o como se escribiese- y todos los demás escepto el de Tío Pepe, que por algo será, o sus" motivos" tendrán para haberle dejado.
La gran aberración ha sido ahora en el último cambio, donde le sientan como a un santo dos pistolas las cristaleras abovedadas de acceso a METRO y cercanías y los acristalamientos fumé de los ascensores; MÁS LA GRAN CHORRADA DE DECIR EL SEÑOR ALCALDE QUE: "EL OSO Y EL MADROÑO VUELVEN A SU ANTERIOR EMPLAZAMIENTO". ¡Já! ¿Y qué, pasaban sobre ellos los vehículos que circulaban desde la calle de Alcalá hacia la del Arenal? ¿Como cuando la pusieron ante la del Carmen, que fue al suspender el tráfico por la plaza.
Esto, y otras cosas análogas -aberraciones-, las recojo en un escrito a modo de crónica que hice de un cierto recorrido por el centro, acompañado de fotos actuales de ciertas obras -como ésta de la Puerta del Sol que puse-, la Plaza de Oriente y otras como la de Santa Ana, por ejemplo, en el Barrio de las Letras.
En la foto: el Oso y el Madroño en su actual emplazamiento y panorámica de la Puerta del Sol, donde se pueden "apreciar" las cristaleras mencionadas y el suelo empedrado de toda la plaza; sin una "mala jardinera" siquiera. ¡Con las bonitas flores que tenían los bellos macizos que había!
Saludos
Ay mi Madrid, Madrid, las perrerías que te han hecho desde que te conocí!.
Ya ni los bocadillos de calamares de la plaza Mayor ni las tartas de fresa de La Mallorquina saben igual que cuando los descubrí.
Ya ni los bocadillos de calamares de la plaza Mayor ni las tartas de fresa de La Mallorquina saben igual que cuando los descubrí.