La derecha andaluza, UCD primero y el
PP después, nunca ha entendido que los andaluces no pueden aceptar ser tratados como inferiores y que jamás van a responder con sumisión frente al castigo. Se equivocó, la UCD con el referéndum del 28F; se equivocó el PP dejando a
Andalucía sin sistema de financiación entre 1997 y 2001; y se equivoca de nuevo el PP restando recursos a Andalucía en las cuentas de la financiación para beneficiar en el reparto a
Valencia,
Cataluña,
Baleares y
Madrid.
Obviamente la derecha se siente resentida porque los andaluces no están dispuestos a apoyar un
gobierno autonómico del PP, pero es imposible conseguir la confianza del pueblo andaluz castigándolo cada vez que gobiernan en Madrid. De hecho, el PP sólo defiende Andalucía cuando está en la oposición y utiliza sus demandas como piedra arrojadiza contra el gobierno del
PSOE. Una vez que consigue el gobierno el Dr. Jeklly se transforma en Mr. Hyde y la venganza le ciega. Basta repasar la obra pública que ha ejecutado el PP en Andalucía en todos sus años de gobierno para ver que en los 11 años que ha gobernado el PP, sólo una obra pública de envergadura se ha comenzado y terminado en su mandato, en concreto los 56 kilómetros de la autovía
Huelva-Ayamonte.
Pero no sólo eso, si repasamos la historia de la financiación autonómica, ésta está repleta de agravios contra Andalucía cuando gobierna el PP. El mayor de ellos fue su exclusión del modelo de financiación de 1997-2001 porque votamos en contra del mismo por considerarlo injusto. No obstante, en la legislatura de gobierno de Rajoy no han faltado ejemplos de malos tratos: desde el reparto del déficit favoreciendo a los más incumplidores (Cataluña, Castilla-La Mancha o Valencia) y perjudicando a Andalucía, a la reducción de la financiación de la ley de Dependencia que perjudica a Andalucía por ser la que tiene más desarrollado este programa, pasando por los recursos contra las subastas de medicamentos para favorecer a empresas y farmacéuticos y evitar el ahorro de la Junta.
La última ha sido la kafkiana liquidación del sistema de financiación de 2013, que supone una merma de recursos para Andalucía que se aplicará en 2015 y que deriva de unas previsiones de recaudación de tributos equivocadas que en su día hizo Montoro para el año 2013. La cosa funciona como sigue, al parecer en 2012 el Ministerio de Hacienda hizo mal sus previsiones para 2013 de recaudación de tributos y como consecuencia calculó mal los recursos de las Comunidades Autónomas, eso dio como resultado un cálculo en exceso de tributos cedidos y transferencias y al parecer se transfirieron más de 3.500 millones de euros de más. Pues bien, ahora para 2015 el Estado va a descontar a las Comunidades ese error de cálculo y en los presupuestos ha incluido un cuadro de liquidación de 2013 según el cual a Andalucía hay que restarle 426 millones, mientras que a Valencia, Baleares, Cataluña y Madrid hay que sumarles 588, 518, 163 y 133 millones respectivamente.
Lo raro de las cifras es que según Montoro en el Fondo de Convergencia Andalucía es la única Comunidad de las 15 que reduce su cuantía, pasando de 502 millones en 2012 a 422 en 2013. Osea el Fondo de Convergencia crece de 3.942 millones de euros a 4.415 millones, sobre un 12%, y Andalucía es la única que recibe menos, en concreto un 15% menos. Toda la pinta de un “atraco”.
Obviamente el sistema es malo en su diseño e incluye arbitrariedades y discrecionalidades del Gobierno que perjudican a las Comunidades con menos recursos y que no se debe mantener tras su renegociación, pero lo que no se entiende es como el PP y un teórico andaluz como Montoro es capaz de tropezar tantas veces en la misma piedra. Conociendo el patio, Montoro debía de haber presentado la liquidación completa de 2013 y haberla explicado con detalle para que los andaluces conociesen los cálculos que según él justifican esa bajada de ingresos para Andalucía. Pero claro eso sería lo lógico si el PP hubiese asumido el no haber conseguido gobernar Andalucía y se comportase como un Dr. Jeklly. Desgraciadamente para ellos al parecer el PP está de nuevo en la fase Mr. Hyde, da Andalucía por perdida, y por tanto no le importa presentarse como castigador de los andaluces.