Como me empeñe en ver el teatro romano lo vi. Pasamos por detrás de las vallas y listo. Ya dentro.
Porque ir a
Málaga y no llevarse un buen recuerdo no merece la pena. Me lo llevé en el primer
viaje que hice cuando tenía catorce años y me regalaron el viaje gracias a lo estudiosa que era. Me maravilló porque no conocía el mar y lo conocí en aquella ocasión. Visité
Granada y la mezquita de
Córdoba. Y en Málaga he estado en varias ocasiones después. Y siempre he notado cambios. Aunque lo del
verano en el sur lo llevo muy mal por el calor que suele hacer pero es lo que hay. Para ir a
Andalucía es mejor ir en
primavera o cuando las temperaturas no sean tan extremas.