Para salir en la foto
apoyaste el Ehtatú;
pensando que, por ser tú,
te van a ofrecer su voto,
con júbilo y alboroto,
las gentes a manos llenas...
¡Ay, Arenas!
Te aconsejo que recuerdes
las ideas que respaldas:
esconder las rojigualdas
y ondear las blanquiverdes.
Así que, si ahora pierdes,
no nos cuentes más tus penas...
¡Ay, Arenas!
Ya tu carrera se agota
(y a fe mía que es bien larga),
con esta victoria amarga,
que es evidente derrota.
Leche desnatada brota
si te seccionas las venas...
¡Ay, Arenas!
En Andalucía arrecia
el temporal de la ruina.
Pero aquí no se termina
la palabrería necia.
Envidiaremos a Grecia
(tanto a Esparta como a Atenas)...
¡Ay, Arenas!
La culpa fue, claro está,
de los fondos europeos,
er Canarzú, los sondeos,
el clima y el chachachá.
Que esto de la culpa va
siempre por causas ajenas...
¡Ay, Arenas!
Igual que el Evax, te pasa
que es tu estrategia tan leve
que ni se ve, ni se mueve,
ni se nota, ni traspasa.
Pues, hala, vete a tu casa
a llorar, y adiós muy buenas...
¡Ay, Arenas!
apoyaste el Ehtatú;
pensando que, por ser tú,
te van a ofrecer su voto,
con júbilo y alboroto,
las gentes a manos llenas...
¡Ay, Arenas!
Te aconsejo que recuerdes
las ideas que respaldas:
esconder las rojigualdas
y ondear las blanquiverdes.
Así que, si ahora pierdes,
no nos cuentes más tus penas...
¡Ay, Arenas!
Ya tu carrera se agota
(y a fe mía que es bien larga),
con esta victoria amarga,
que es evidente derrota.
Leche desnatada brota
si te seccionas las venas...
¡Ay, Arenas!
En Andalucía arrecia
el temporal de la ruina.
Pero aquí no se termina
la palabrería necia.
Envidiaremos a Grecia
(tanto a Esparta como a Atenas)...
¡Ay, Arenas!
La culpa fue, claro está,
de los fondos europeos,
er Canarzú, los sondeos,
el clima y el chachachá.
Que esto de la culpa va
siempre por causas ajenas...
¡Ay, Arenas!
Igual que el Evax, te pasa
que es tu estrategia tan leve
que ni se ve, ni se mueve,
ni se nota, ni traspasa.
Pues, hala, vete a tu casa
a llorar, y adiós muy buenas...
¡Ay, Arenas!