Andalucía, en la miseria: 78 de cada 100 andaluces pasan apuros para llegar a fin de mes
Casi la mitad de los habitantes de la región están en riesgo de pobreza y/o exclusión social, según el informe anual de la red andaluza que lucha contra la desigualdad. La diferencia de renta entre el pueblo más rico de España, Pozuelo, y el tercero más pobre, Puerto Serrano, es de 57.646 euros.
Miseria tiene ocho acepciones en el diccionario de la RAE. La primera habla de "estrechez o pobreza extrema"; la cuarta, de "flaqueza, debilidad o defecto"; la quinta define la palabra como "desgracia o infortunio". Andalucía bordea la miseria cuando no la puebla directamente. Casi 3,5 de los 8,3 millones de andaluces que habitan la región están en riesgo de pobreza y/o exclusión social. 3,5 millones puede sonar a muchísimo, a regular o puede directamente no decir nada. Pero, ¿y si añadimos que esta cantidad significa que el 35,4% de los habitantes censados en Andalucía está en riesgo de pobreza, que este porcentaje es 13 puntos superior a la media nacional y que es el más elevado de todas las comunidades autónomas del país? ¿Y si añadimos que, de esos 8,3, más de 6 millones y medio de andaluces reconocen que pasa diferentes grados de apuro para llegar a fin de mes con sus necesidades básicas cubiertas? Desde que irrumpió la crisis en 2008, hay 730.000 andaluzas y andaluces merodeando ese precipicio que conduce a la miseria. Una cifra, con todo lo que encierra, que aun así denota que ya este territorio arrastraba una honda fractura socioeconómica antes del último crash. Y miseria hay. Basta recorrer algunos pueblos y ciudades, polígonos industriales fantasmas, inmuebles saqueados, ruinas inmobiliarias expoliadas. Tierra adentro, solo hay que dar una vuelta por las colas de la asitencia social de los ayuntamientos o de los comedores para adultos y pequeños. Titular de hace unos días: La Iglesia atiende en Jerez a más de 23.000 personas a través de Cáritas, Manos Unidas y centros sociales. Y eso solo la Iglesia y solo en Jerez, que tiene 214.000 habitantes.
Hay muchos municipios que evidencian un lastre cronificado que con los efectos de la crisis no ha hecho más que agravarse. Jerez es uno de ellos, pues ya arrancó la crisis con 15 de los alrededor de 30.000 parados y que, indefectiblemente, ha perpetuado en estos años. Otro ejemplo: la diferencia entre la renta media bruta anual que declara el municipio de más de 1.000 habitantes más rico de España, Pozuelo de Alarcón, y el tercero por la cola más pobre, la localidad gaditana de Puerto Serrano, reviste una diferencia de 57.646 euros. Los habitantes de Pozuelo declararon el año pasado, según los recientes datos hechos públicos por la Agencia Tributaria, casi 70.000 euros anuales de renta media frente a los 11.490 euros que declararon los vecinos de Puerto Serrano. En general, los andaluces tienen unos 1.000 euros menos al año en su bolsillo para gastar desde que arrancó la crisis. Alguno podrá decir, no sin razón, que los datos no incluyen la economía sumergida, que en España roza el 20% del PIB y que, solo en la provincia de Cádiz, mueve unos 4.500 millones al año.
El jefe de la Inspección de Trabajo en Cádiz, Eugenio Santa-Bárbara, aportaba el dato en una entrevista hace un par de años con lavozdelsur. es y arrojaba una intimidad del ejercicio diario de su actividad, con más de 20 años a sus espaldas trabajando para la Seguridad Social: “No me acostumbro a ver que un padre de familia salte por un forjado en una obra o que se esconda como si fuera un niño, que se suban a un tejado o se escondan en un foso, detrás de una máquina o dentro de una nevera, porque ya no es que sea ilegal, es que me parece indigno. La sociedad no puede tolerar esto, y estas cosas están ocurriendo día a día en esta provincia”. ¿Alguien cree que la cosa ha mejorado? Puede que el PIB de la región sí, pero poco o nada hay mejoría en los hogares andaluces. Lo deja claro la Red Andaluza de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN-A). En su último informe sobre el ‘Estado de la pobreza en Andalucía 2017’ pinta una radiografía con los datos fríos y globales aportados al principio de esta información, pero, a medida que se profundiza en el referido documento anual esta entidad (declarada de interés público desde 2011), se constata, quizás con algunos indicadores mucho más familiares y cercanos, que la miseria en Andalucía sigue extendiéndose como mancha de aceite y que tasa Arope en la región sigue siendo "extraordinariamente elevada”.
10 de cada 100 andaluces, condenados a la pobreza severa
El informe de la EAPN-A señala que el 9,9 por ciento de las personas que viven (o sobreviven) en Andalucía sufre pobreza severa. Esto significa que viven en hogares cuya renta por unidad de consumo es igual o menor al 30 por ciento de la media de los ingresos de la población. Lo que equivale a decir que viven con un tope de 342 euros al mes, en el mejor de los casos. "El valor es extraordinariamente elevado, pues no sólo está 3,5 puntos por encima de la tasa media nacional sino que es el segundo más alto de entre todaslas comunidades autónomas", apuntaba Sánchez, hace solo unos días, en la presentación del estudio. A lo que agregaba: "En general, la pobreza severa creció hasta el año 2015, en que la soportaba un 12,8% de las personas residentes en la región. Este último año, la pobreza se ha reducido en casi tres puntos porcentuales, lo cual es, sin duda, un buen dato, pues equivale a casi la mitad de lo que necesitaba reducirse para volver a las cifras del 2008, sin embargo, dada la contundencia de las cifras, es muy insuficiente". Asimismo, indicaba que la pobreza infantil sigue siendo un problema en Andalucía, donde un 33,11 por ciento de la población menor de 16 años está en riesgo de pobreza y exclusión social. El grupo de edad que presenta un mayor índice Arope es el de 16-29 años con un 45,52 por ciento de la población andaluza. "La juventud andaluza ha llegado a la edad adulta sacudida por la crisis, la precariedad y la falta de certezas ante la gran incertidumbre que están viviendo", alertaba. No es extraño que sean pocos quienes no sepan de algún familiar, amigo o conocido en esa franja de edad que no se haya marchado fuera buscando una oportunidad.
La Red andaluza, que ha insistido, un año más, en "priorizar las políticas sociales para lograr una mayor cohesión social y equidad en Andalucía ya que el crecimiento económico no es suficiente para reducir la tasa de pobreza", ofrece un informe revelador de cómo respiran por esta herida profunda que ha dejado la crisis una amplia mayoría de andaluces. El 56% no puede permitirse una semana de vacaciones al menos una vez año. Casi 53 de cada 100 andaluces no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos. Un 12,5% se retrasó en el pago de los gastos de su vivienda habitual en los últimos doce meses. 12 de cada 100 andaluces no puede permitirse mantener su casa a una temperatura adecuada. Un 10,3% no puede permitirse tener un ordenador personal, mientras que un 6,5% no puede tener coche propio. Por último, un 2,6% de andaluces y andaluzas no puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado cada dos días. Solo este último porcentaje, como puede verse en el cuadro adjunto a esta información, es inferior a la media nacional, que en este caso se sitúa en un 2,9%. En este contexto, señala el referido informe, más de 6,5 millones de andaluces (6.551.111 personas) experimentan dificultades para llegar a fin de mes (78,1% de la población) y esta cifra sigue aumentando año tras año: el 25,9% de la población tiene "cierta dificultad para llegar a fin de mes", el 26,9% de los andaluces llega a fin de mes "con dificultad" y el 25,3% lo hace "con mucha dificultad". Pues sí, Andalucía sigue en la miseria. Y parece que por bastante tiempo más.
Casi la mitad de los habitantes de la región están en riesgo de pobreza y/o exclusión social, según el informe anual de la red andaluza que lucha contra la desigualdad. La diferencia de renta entre el pueblo más rico de España, Pozuelo, y el tercero más pobre, Puerto Serrano, es de 57.646 euros.
Miseria tiene ocho acepciones en el diccionario de la RAE. La primera habla de "estrechez o pobreza extrema"; la cuarta, de "flaqueza, debilidad o defecto"; la quinta define la palabra como "desgracia o infortunio". Andalucía bordea la miseria cuando no la puebla directamente. Casi 3,5 de los 8,3 millones de andaluces que habitan la región están en riesgo de pobreza y/o exclusión social. 3,5 millones puede sonar a muchísimo, a regular o puede directamente no decir nada. Pero, ¿y si añadimos que esta cantidad significa que el 35,4% de los habitantes censados en Andalucía está en riesgo de pobreza, que este porcentaje es 13 puntos superior a la media nacional y que es el más elevado de todas las comunidades autónomas del país? ¿Y si añadimos que, de esos 8,3, más de 6 millones y medio de andaluces reconocen que pasa diferentes grados de apuro para llegar a fin de mes con sus necesidades básicas cubiertas? Desde que irrumpió la crisis en 2008, hay 730.000 andaluzas y andaluces merodeando ese precipicio que conduce a la miseria. Una cifra, con todo lo que encierra, que aun así denota que ya este territorio arrastraba una honda fractura socioeconómica antes del último crash. Y miseria hay. Basta recorrer algunos pueblos y ciudades, polígonos industriales fantasmas, inmuebles saqueados, ruinas inmobiliarias expoliadas. Tierra adentro, solo hay que dar una vuelta por las colas de la asitencia social de los ayuntamientos o de los comedores para adultos y pequeños. Titular de hace unos días: La Iglesia atiende en Jerez a más de 23.000 personas a través de Cáritas, Manos Unidas y centros sociales. Y eso solo la Iglesia y solo en Jerez, que tiene 214.000 habitantes.
Hay muchos municipios que evidencian un lastre cronificado que con los efectos de la crisis no ha hecho más que agravarse. Jerez es uno de ellos, pues ya arrancó la crisis con 15 de los alrededor de 30.000 parados y que, indefectiblemente, ha perpetuado en estos años. Otro ejemplo: la diferencia entre la renta media bruta anual que declara el municipio de más de 1.000 habitantes más rico de España, Pozuelo de Alarcón, y el tercero por la cola más pobre, la localidad gaditana de Puerto Serrano, reviste una diferencia de 57.646 euros. Los habitantes de Pozuelo declararon el año pasado, según los recientes datos hechos públicos por la Agencia Tributaria, casi 70.000 euros anuales de renta media frente a los 11.490 euros que declararon los vecinos de Puerto Serrano. En general, los andaluces tienen unos 1.000 euros menos al año en su bolsillo para gastar desde que arrancó la crisis. Alguno podrá decir, no sin razón, que los datos no incluyen la economía sumergida, que en España roza el 20% del PIB y que, solo en la provincia de Cádiz, mueve unos 4.500 millones al año.
El jefe de la Inspección de Trabajo en Cádiz, Eugenio Santa-Bárbara, aportaba el dato en una entrevista hace un par de años con lavozdelsur. es y arrojaba una intimidad del ejercicio diario de su actividad, con más de 20 años a sus espaldas trabajando para la Seguridad Social: “No me acostumbro a ver que un padre de familia salte por un forjado en una obra o que se esconda como si fuera un niño, que se suban a un tejado o se escondan en un foso, detrás de una máquina o dentro de una nevera, porque ya no es que sea ilegal, es que me parece indigno. La sociedad no puede tolerar esto, y estas cosas están ocurriendo día a día en esta provincia”. ¿Alguien cree que la cosa ha mejorado? Puede que el PIB de la región sí, pero poco o nada hay mejoría en los hogares andaluces. Lo deja claro la Red Andaluza de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN-A). En su último informe sobre el ‘Estado de la pobreza en Andalucía 2017’ pinta una radiografía con los datos fríos y globales aportados al principio de esta información, pero, a medida que se profundiza en el referido documento anual esta entidad (declarada de interés público desde 2011), se constata, quizás con algunos indicadores mucho más familiares y cercanos, que la miseria en Andalucía sigue extendiéndose como mancha de aceite y que tasa Arope en la región sigue siendo "extraordinariamente elevada”.
10 de cada 100 andaluces, condenados a la pobreza severa
El informe de la EAPN-A señala que el 9,9 por ciento de las personas que viven (o sobreviven) en Andalucía sufre pobreza severa. Esto significa que viven en hogares cuya renta por unidad de consumo es igual o menor al 30 por ciento de la media de los ingresos de la población. Lo que equivale a decir que viven con un tope de 342 euros al mes, en el mejor de los casos. "El valor es extraordinariamente elevado, pues no sólo está 3,5 puntos por encima de la tasa media nacional sino que es el segundo más alto de entre todaslas comunidades autónomas", apuntaba Sánchez, hace solo unos días, en la presentación del estudio. A lo que agregaba: "En general, la pobreza severa creció hasta el año 2015, en que la soportaba un 12,8% de las personas residentes en la región. Este último año, la pobreza se ha reducido en casi tres puntos porcentuales, lo cual es, sin duda, un buen dato, pues equivale a casi la mitad de lo que necesitaba reducirse para volver a las cifras del 2008, sin embargo, dada la contundencia de las cifras, es muy insuficiente". Asimismo, indicaba que la pobreza infantil sigue siendo un problema en Andalucía, donde un 33,11 por ciento de la población menor de 16 años está en riesgo de pobreza y exclusión social. El grupo de edad que presenta un mayor índice Arope es el de 16-29 años con un 45,52 por ciento de la población andaluza. "La juventud andaluza ha llegado a la edad adulta sacudida por la crisis, la precariedad y la falta de certezas ante la gran incertidumbre que están viviendo", alertaba. No es extraño que sean pocos quienes no sepan de algún familiar, amigo o conocido en esa franja de edad que no se haya marchado fuera buscando una oportunidad.
La Red andaluza, que ha insistido, un año más, en "priorizar las políticas sociales para lograr una mayor cohesión social y equidad en Andalucía ya que el crecimiento económico no es suficiente para reducir la tasa de pobreza", ofrece un informe revelador de cómo respiran por esta herida profunda que ha dejado la crisis una amplia mayoría de andaluces. El 56% no puede permitirse una semana de vacaciones al menos una vez año. Casi 53 de cada 100 andaluces no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos. Un 12,5% se retrasó en el pago de los gastos de su vivienda habitual en los últimos doce meses. 12 de cada 100 andaluces no puede permitirse mantener su casa a una temperatura adecuada. Un 10,3% no puede permitirse tener un ordenador personal, mientras que un 6,5% no puede tener coche propio. Por último, un 2,6% de andaluces y andaluzas no puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado cada dos días. Solo este último porcentaje, como puede verse en el cuadro adjunto a esta información, es inferior a la media nacional, que en este caso se sitúa en un 2,9%. En este contexto, señala el referido informe, más de 6,5 millones de andaluces (6.551.111 personas) experimentan dificultades para llegar a fin de mes (78,1% de la población) y esta cifra sigue aumentando año tras año: el 25,9% de la población tiene "cierta dificultad para llegar a fin de mes", el 26,9% de los andaluces llega a fin de mes "con dificultad" y el 25,3% lo hace "con mucha dificultad". Pues sí, Andalucía sigue en la miseria. Y parece que por bastante tiempo más.