Juan Carlos Pallarols, el orfebre que se especializa en la confección del bastón presidencial desde el año '83 contó que una de sus empleadas recibió una amenaza de personal de Ceremonial de la Presidencia para la que la entrega se realizara de inmediato porque si no, lo irían a buscar con la policía. En diálogo con LA NACION, Pallarols relató el desagradable episodio que vivieron en su taller cuando su secretaria Susana recibió una llamada desde la oficina de Ceremonial, que depende de Presidencia de la Nación: "Escuché que mi empleada levantó el tono de voz y empezó a decir 'no me amenace', me acerqué y vi que estaba hablando por teléfono y cuando cuelga me cuenta que llamó un señor Jorge de Ceremonial diciendo que si no llevamos el bastón lo viene a buscar la policía". "Hace un ratito nomás me llamó e director de Ceremonial diciendo que fue un malentendido, que quien llamó no había querido decir eso y acepté las disculpas"El episodio sucede luego de las discusiones sobre dónde se realizará la entrega de la banda y el bastón presidencial, entre las intenciones por parte del gobierno saliente para que sea en la sede del Congreso y lo que pretende el gobierno entrante, que prefiere la Casa Rosada.
Consultado sobre si había tenido un experiencia similar, Pallarols respondió que no y que sólo tuvo un entredicho cuando hizo su primer bastón presidencial en 1983. "Tuve problemas con Scilingo, pero allí estaba peleando con una dictadura que terminaba", remarcó. Pallarols agregó: "La gente ha puesto el alma, ha puesto el corazón, no puedo defraudarlos haciendo que esto sea un conventillo".
Consultado sobre si había tenido un experiencia similar, Pallarols respondió que no y que sólo tuvo un entredicho cuando hizo su primer bastón presidencial en 1983. "Tuve problemas con Scilingo, pero allí estaba peleando con una dictadura que terminaba", remarcó. Pallarols agregó: "La gente ha puesto el alma, ha puesto el corazón, no puedo defraudarlos haciendo que esto sea un conventillo".