ACERCAMIENTO DE PRESOS.
Los 96 etarras con delitos de sangre acercados por Sánchez suman 295 asesinatos.
Presos de
ETA aplauden los acercamientos de Sánchez: «Ya no necesitamos autobuses»
Los traslados de sanguinarios etarras por los que las víctimas del
terrorismo plantan al
Gobierno.
Los presos de ETA exigen a Sánchez sacar de prisión a 60
terroristas a lo largo de 2021.
PELAYO BARRO - ACTUALIZADO: 16/07/2021 08:39.
El fin de la dispersión de presos etarras que ha ejecutado el Gobierno de
Pedro Sánchez lleva aparejada una sangrienta factura: la de las 295 personas que asesinaron los terroristas que han sido acercados desde que Sánchez llegó a La Moncloa en 2018. Son un total de 96 los pistoleros etarras que se han beneficiado pese a tener delitos de sangre.
Las cifras son demoledoras. Cada uno de esos etarras con asesinatos a sus espaldas que ya cumplen condena en el
País Vasco -o en cárceles próximas- han matado, de media, a tres personas. Son los datos que maneja la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).
Los acercamientos, a día de hoy, ascienden a 251. De ellos se han beneficiado 201 etarras en total, ya que varios de ellos han recibido dobles traslados en apenas un año. En el País Vasco ya hay cerca de 70 terroristas, mientras que el resto está en prisiones de hasta 250 kilómetros de distancia -salvo algunas excepciones que continúan en cárceles de
Madrid-.
Además, el Gobierno ha comenzado a abrir las celdas para permitir permisos de salida a los terroristas presos. Ya ha concedido un total de 23 terceros grados, 7 de ellos a presos con delitos de sangre. Seis de esos terceros grados se han convertido en libertad condicional, pudiendo los presos regresar a sus pueblos y siendo recibidos por todo lo alto.
Fin de la dispersión.
«Ya no necesitamos autobuses». Así han celebrado recientemente desde el colectivo de presos etarras el fin de la dispersión de presos etarras, que ya ha vaciado de terroristas las cárceles del sur de la Península. Las más lejanas al País Vasco y a las que se enviaba a los etarras que se negaban a condenar la violencia o se resistían a colaborar con la justicia para esclarecer los crímenes de la banda.
De esa forma, prisiones como El Puerto y Algeciras (
Cádiz),
Sevilla o
Huelva, históricos centros penitenciarios donde cumplían condena algunos de los terroristas más sanguinarios de la banda ya no tienen entre sus internos a ningún etarra. Entre los acercados en los últimos meses está, por ejemplo, Javier García Gaztelu, ‘Txapote’, asesino de Miguel Ángel Blanco y uno de los rostros más reconocibles de ETA. Además de
Andalucía, también Castilla-La Mancha,
Murcia,
Extremadura y
Comunidad Valenciana están libres de presos etarras.
«La
política de dispersión ya es historia. Con los movimientos de los últimos meses, el Gobierno del Señor Sánchez la ha dado por aniquilada», asegura la AVT. «Todo apunta a que el siguiente paso del Gobierno en materia penitenciaria será que todos los presos acaben en cárceles del País Vasco, con acceso a permisos y progresiones a tercer grado que abran la puerta a la libertad condicional. No se equivoquen, estos traslados son más que un simple cambio de prisión, son el primer paso para acortar la estancia en prisión de los terroristas presos», apuntalan.
Las víctimas se plantan ante Sánchez.
Toda esta política de acercamientos y el fin de la dispersión, contrapartida del Ejecutivo de
PSOE y Podemos a cambio del apoyo parlamentario de EH Bildu, ha soliviantado a las víctimas del terrorismo. De hecho, el pasado mes de junio declinaron participar en un acto organizado por el Gobierno en el Congreso de recuerdo a las víctimas del terrorismo.
Las organizaciones de víctimas señalaron el «ejercicio de cinismo» del Gobierno a la hora de realizar este homenaje en una institución en la que tiene representación EH Bildu, «herederos del brazo
político de ETA» y uno de los partidos sobre los que se cimentó la investidura de Pedro Sánchez y al posterior aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.