Cuando explotabais un Cuartel, matabais a mis hijos.
Cuando poníais una lapa, volabais mi
familia en mi coche.
Cuando tirabais a la nuca y por la espalda, me matabais a mí.
En cada “homenaje”, lo volvéis a hacer una y otra vez. Pero resistimos porque somos la
Guardia Civil.