La historia de ETA: 3.000 atentados, 864 muertos y más de 7.000 víctimas.
El relato del terror que comenzó el 7 de junio de 1968.
JAVIER ÁLVAREZ. Madrid. 30/04/2018.
Desde que la banda terrorista ETA asesinara a tiros el 7 de junio de 1968 al guardia civil José Antonio Pardines Arcay en Villabona (Guipúzcoa) han pasado casi 50 años, 3.500 atentados, 864 muertos y 7.000 víctimas. El último asesinado por ETA fue el policía francés Jean-Serge Nerin, muerto en un tiroteo con los terroristas el 16 de marzo de 2010.
Es el terrible historial de una organización criminal que ha decidido ahora disolverse tras ser derrotada por la democracia.
Los terroristas que perpetraron los asesinatos nunca lograron sus objetivos políticos. El estado de derecho, la cooperación internacional, fundamentalmente de Francia, y el trabajo de policías y guardias civiles logró acabar con el mayor problema que ha sufrido España en la reciente etapa democrática.
Desde aquel 7 de junio de 1968 hasta el 20 de octubre de 2011, cuando la organización terrorista anunció "el cese definitivo" de su actividad asesina, ETA ha matado a políticos, militares, jueces, abogados, guardias civiles, policías, ertzainas, policías locales y sobre todo, a civiles, 343 personas.
Los terroristas asesinaron en este tiempo a 206 guardias civiles, 149 policías nacionales, 86 militares, 32 políticos, sobre todo militantes de PP y PSOE, 24 policías municipales, 13 ertzainas, 10 profesionales de la administración de justicia y un mosso de Esquadra.
Por territorios, 586 personas han sido asesinadas por ETA en el País Vasco; 123 en Madrid; 55 en Cataluña y 40 en Navarra. El terrorismo de la banda también ha causado víctimas mortales en Aragón (16), Andalucía (13), la Comunidad Valenciana (9), Cantabria y La Rioja (4), Castilla y León y Baleares (2) y Murcia (1).
El año más sangriento en la actividad asesina de ETA fue 1980, con 98 muertos, tras una escalada criminal que empezó en 1978 (66 asesinatos) y continuó en 1979 con 76 víctimas mortales.
Los atentados más sangrientos.
El aparcamiento del Hipercor de Barcelona fue escenario del atentado más grave cometido por los terroristas de ETA. Ocurrió el 19 de junio de 1987. Murieron 21 personas. Sólo seis meses después, ETA atentó contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza y mató a 11 personas, entre ellas cinco menores.
Ambos atentados fueron cometidos con un coche bomba, método utilizado por ETA en decenas de atentados en los que asesinaron a 112 personas en total.
El sistema más utilizado por los terroristas en su espiral criminal fue el disparo a sus víctimas a muy corta distancia, provocando 543 muertos.
ETA asesinó a doce guardias civiles el 14 de julio de 1986 cuando un coche-bomba explotó en la plaza de la República Dominicana de Madrid al paso de un convoy donde viajaban los agentes.
Con un método similar, ETA mató a nueve personas -cuatro de ellos, menores- el 29 de mayo de 1991 en la casa cuartel de la Guardia Civil de Vic (Barcelona).
Para financiar sus crímenes, ETA optó por el impuesto revolucionario, que pagaron numerosos empresarios durante muchos años, y por los secuestros.
Los secuestros.
La banda terrorista secuestró a 79 personas en sus 60 años de historia. Los terroristas asesinaron a 12 de los secuestrados; otros 14 recibieron disparos en las piernas antes de ser liberados.
El secuestro más largo fue el del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, liberado por la Guardia Civil tras permanecer 532 días en un zulo en Mondragón (Guipúzcoa).
El secuestro que movilizó a toda la sociedad española en un grito unánime contra ETA fue el del concejal del PP de Ermua Miguel Ángel Blanco, asesinado el 13 de julio de 1997.
El desenlace fatal de aquel secuestro desencadenó manifestaciones de rechazo en toda España, las más multitudinarias que se recuerdan, en solidaridad con las víctimas.
El relato del terror que comenzó el 7 de junio de 1968.
JAVIER ÁLVAREZ. Madrid. 30/04/2018.
Desde que la banda terrorista ETA asesinara a tiros el 7 de junio de 1968 al guardia civil José Antonio Pardines Arcay en Villabona (Guipúzcoa) han pasado casi 50 años, 3.500 atentados, 864 muertos y 7.000 víctimas. El último asesinado por ETA fue el policía francés Jean-Serge Nerin, muerto en un tiroteo con los terroristas el 16 de marzo de 2010.
Es el terrible historial de una organización criminal que ha decidido ahora disolverse tras ser derrotada por la democracia.
Los terroristas que perpetraron los asesinatos nunca lograron sus objetivos políticos. El estado de derecho, la cooperación internacional, fundamentalmente de Francia, y el trabajo de policías y guardias civiles logró acabar con el mayor problema que ha sufrido España en la reciente etapa democrática.
Desde aquel 7 de junio de 1968 hasta el 20 de octubre de 2011, cuando la organización terrorista anunció "el cese definitivo" de su actividad asesina, ETA ha matado a políticos, militares, jueces, abogados, guardias civiles, policías, ertzainas, policías locales y sobre todo, a civiles, 343 personas.
Los terroristas asesinaron en este tiempo a 206 guardias civiles, 149 policías nacionales, 86 militares, 32 políticos, sobre todo militantes de PP y PSOE, 24 policías municipales, 13 ertzainas, 10 profesionales de la administración de justicia y un mosso de Esquadra.
Por territorios, 586 personas han sido asesinadas por ETA en el País Vasco; 123 en Madrid; 55 en Cataluña y 40 en Navarra. El terrorismo de la banda también ha causado víctimas mortales en Aragón (16), Andalucía (13), la Comunidad Valenciana (9), Cantabria y La Rioja (4), Castilla y León y Baleares (2) y Murcia (1).
El año más sangriento en la actividad asesina de ETA fue 1980, con 98 muertos, tras una escalada criminal que empezó en 1978 (66 asesinatos) y continuó en 1979 con 76 víctimas mortales.
Los atentados más sangrientos.
El aparcamiento del Hipercor de Barcelona fue escenario del atentado más grave cometido por los terroristas de ETA. Ocurrió el 19 de junio de 1987. Murieron 21 personas. Sólo seis meses después, ETA atentó contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza y mató a 11 personas, entre ellas cinco menores.
Ambos atentados fueron cometidos con un coche bomba, método utilizado por ETA en decenas de atentados en los que asesinaron a 112 personas en total.
El sistema más utilizado por los terroristas en su espiral criminal fue el disparo a sus víctimas a muy corta distancia, provocando 543 muertos.
ETA asesinó a doce guardias civiles el 14 de julio de 1986 cuando un coche-bomba explotó en la plaza de la República Dominicana de Madrid al paso de un convoy donde viajaban los agentes.
Con un método similar, ETA mató a nueve personas -cuatro de ellos, menores- el 29 de mayo de 1991 en la casa cuartel de la Guardia Civil de Vic (Barcelona).
Para financiar sus crímenes, ETA optó por el impuesto revolucionario, que pagaron numerosos empresarios durante muchos años, y por los secuestros.
Los secuestros.
La banda terrorista secuestró a 79 personas en sus 60 años de historia. Los terroristas asesinaron a 12 de los secuestrados; otros 14 recibieron disparos en las piernas antes de ser liberados.
El secuestro más largo fue el del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, liberado por la Guardia Civil tras permanecer 532 días en un zulo en Mondragón (Guipúzcoa).
El secuestro que movilizó a toda la sociedad española en un grito unánime contra ETA fue el del concejal del PP de Ermua Miguel Ángel Blanco, asesinado el 13 de julio de 1997.
El desenlace fatal de aquel secuestro desencadenó manifestaciones de rechazo en toda España, las más multitudinarias que se recuerdan, en solidaridad con las víctimas.