EDITORIAL.
Inaceptable olvido de crímenes recientes.
Editorial ABC.
Actualizado: 10/08/2021 09:36h.
Entre los débitos de la democracia española a las víctimas de ETA se encuentra el que el 44 por ciento de los asesinatos estén aún sin resolver. Es decir, que esos crímenes (377) han quedado impunes para sus autores, así como suena, un oprobio intolerable que nunca ha contado con la voluntad política real de resolverse (apenas un par de intentos inconcretos durante los mandatos del PP) con el fin de que la justicia alcance a todas las víctimas de la más lacerante lacra que haya tenido España en el último medio siglo. Esta apatía ha llamado la atención hasta en Bruselas desde donde, a petición del PP, nos visitará una delegación para interesarse e investigar ‘in situ’ este inaceptable olvido en un país que parece más interesado en ajustar cuentas (sectarias, en el caso de la izquierda) sobre lo ocurrido hace casi noventa años que en resolver crímenes mucho más recientes. En el esclarecimiento de estos asesinatos deberían haber colaborado los presos etarras que han sido agraciados con el alivio de su situación penitenciaria pero ninguno lo ha hecho, lo que no ha impedido que Marlaska los haya acercado al País Vasco.
Inaceptable olvido de crímenes recientes.
Editorial ABC.
Actualizado: 10/08/2021 09:36h.
Entre los débitos de la democracia española a las víctimas de ETA se encuentra el que el 44 por ciento de los asesinatos estén aún sin resolver. Es decir, que esos crímenes (377) han quedado impunes para sus autores, así como suena, un oprobio intolerable que nunca ha contado con la voluntad política real de resolverse (apenas un par de intentos inconcretos durante los mandatos del PP) con el fin de que la justicia alcance a todas las víctimas de la más lacerante lacra que haya tenido España en el último medio siglo. Esta apatía ha llamado la atención hasta en Bruselas desde donde, a petición del PP, nos visitará una delegación para interesarse e investigar ‘in situ’ este inaceptable olvido en un país que parece más interesado en ajustar cuentas (sectarias, en el caso de la izquierda) sobre lo ocurrido hace casi noventa años que en resolver crímenes mucho más recientes. En el esclarecimiento de estos asesinatos deberían haber colaborado los presos etarras que han sido agraciados con el alivio de su situación penitenciaria pero ninguno lo ha hecho, lo que no ha impedido que Marlaska los haya acercado al País Vasco.
A los asesinatos de ETA, se les echa tierra para hacer borrón y cuenta nueva, todo lo contrario que con el Franquismo, que no lo sueltan, ni dejan de encizañar, cuando se creía superado.