Buenos días a todo el público en general y en especial a Lu y a Inés, mis más allegadas:, Blog de notas y últimas palabras

Buenos días a todo el público en general y en especial a Lu y a Inés, mis más allegadas:
¿De dónde sacas las palabrejas esas, Lú? Para mi algunas de ellas son intocables.
Por cierto que de momento yo voy a pasar de ellas, porque verás, si tuviera una mente como todo el mundo me INDIGNARÍA pensando que en el FUTURO no voy a cobrar una JUBILACIÓN, no por ninguna razón, sino porque nunca pude tener el trabajo que hubiera querido tener y que no tengo; y sin embargo soy una borracha empedernida de la vida, y esas palabras pronunciadas así no me desilusionan.
De nada de eso que no tengo, y no tendré nunca, va a depender mi vida, ni de que sea capaz sin todo ello de seguir manteniendo mi ILUSIÓN por la vida.
Ya ves Lú, que jubilación que van a tener algunos políticos de por vida: Zapatero, MªTeresa de la Vega, y todos los demás por dejar esto pelado y sin apenas espectativas. Para eso mas les hubiera valido estar donde estoy yo y no ocupar el puesto que han ostentado, se ve les venía a todos ellos demasiado grande.
Y a vivir que son dos días y a darse la vida padre después que todo ha quedado patas arriba. Eso si me indigna porque la sociedad no mide el rendimiento de las personas, el gasto que hayas evitado ni lo que hayas podido hacer. He hecho mucho pero sin valoración alguna. Solo te valora lo que eres. Yo soy ingeniero, diplomado, periodista, actriz, cantante que esté valorada en el mercado, psicólogo (como Otegui que me he enterado hoy), abogado, promotor, industrial, y yo solo soy aficionada a todo y a nada. Pero me sigue ilusionando la vida.

Debo ser extraterrestre, no lo sé, igual me he caído de una nave especial, he perdido la memoria y no se quien soy...
Pero pasar de pedirme como a Bruno el payaso que deje de ser como soy. Porque Bruno era feliz siendo payaso. Y el día que se quitó el maquillaje y se descubrió empezó a llorar
BRUNO
Era Bruno un payaso,
un payaso feliz,
no tenía malicia,
ni sabía mentir.
Le gustaba la luna
de las noches de abril,
y su único trabajo
era hacer reír.

La gente le decía,
encuéntrate, tu tienes otra vida,
encuéntrate,
Bruno pensaba, ¿por qué Señor?
¿Cuál es mi vida?
¿Quien seré yo?

Una noche cansado, cansado de reír,
se quitó el maquillaje y no puedo sonreír,
se quitó el maquillaje y no puedo sonreír.
Y dicen que hubo un circo que nunca mas rió.
Y dicen que hubo un circo que nunca más rió.