AGRADECIMIENTO...

AGRADECIMIENTO
Pues yo acabo de llegar a casa y aunque me gusta la soledad me gusta comunicar con los demás.
Y puedo decir, gracias por tener tan buenos reflejos. Si no, otro golpe. Porque la gente es que piensan en cualquier cosa, menos en que están en la carretera, en las calzadas, y les da lo mismo ocho, que ochenta. Va uno cuando yo voy a pasar, él que estaba parado y cruzado, arranca con toda la alegría del mundo, sin mirar. Y yo a frenar, y menos mal que no había nadie detrás mío porque si no, como la otra vez, a llevar los coches al taller, a arreglarnos nuestras lesiones... Y después a juicio.
¡Cuánto dinero a lo tonto me lo bailo, como decía en mi tierra! Con lo fácil que es saber a donde se va, donde estás y qué hacer porque se supone que la gente que conduce es capaz, la gente que va por la calle puede hacerlo, en fin.
En fin que hoy he regresado muy bien porque sé reaccionar a tiempo. Y doy gracias por ser como soy.