Bendita naturaleza que en los peores momentos viene a socorrernos. Esta es una historia verídica y auténtica.
Llovió, llovió, llovió y los prados se inundaron y dieron al traste con estos perversos planes. Eso adelantando el final. Otro día, hablaré de otro planes que se iba a haber realizado ahí.
Llovió, llovió, llovió y los prados se inundaron y dieron al traste con estos perversos planes. Eso adelantando el final. Otro día, hablaré de otro planes que se iba a haber realizado ahí.
Y las cigüeñas... tan conversadoras creo que han convencido a la Virgen Mediadora para que les facilite terreno de acampada.