Buenos días en esta mañana de niebla:
dentro de poco lucirá un sol frío, pero sol al fin al cabo que templará nuestros días burgaleses.
Todavía no sé qué nombre tiene el autor del anterior relato pero su seudónimo es JOTANTON en la red. Creo que se trata de quien estaba encargado de hacer una introducción sobre la escritora, Juan Carlos, pero tampoco tomé el apellido aquel día. Y tampoco me preocupé, como me sucede muchas veces, que no intento indagar un poco mas pues se sabe de antemano que no tiene mucho sentido, pero muchas veces hacemos cosas sin sentido, y resultan mas razonables que otra cosa.
Fue un sinsentido tomar aquellos apuntes y ahora los encuentro muy útiles, dentro de esta sinrazón que escribo, que no tiene razón ninguna pero que me tiene inmersa en ello.
¿Por qué y para qué?
Prefiero no contestarme porque entonces lo dejaría y me dedicaría a pelar dos patos que ayer me trajeron mis cazadores. Dos hermosos ejemplares, que más les hubiera valido no acercarse por las inmediaciones del Arlanzón aguas abajo. Pero lo hicieron, y ahí están ahora en mi terraza, aguardando a que concluya el trabajo que otros iniciaron por placer y otras terminarán por deber.
Después de muchas reflexiones una acaba pensando que un regalo tan maravilloso, como son dos piezas tan preciadas en la cocina, que no se pueden tirar bonitamente a un contenedor de la plaza. Que lo podría haber hecho hace muchos años pero que nunca lo hice. Hubiera sido un gran pecado que esas avecillas hubieran muerto para nada, por el simple hecho de volar por estos lares habitadas por pequeños bárbaros. Y señores y señoras, aquí lo que importa es comer, y nada mas.
Después de pelar las aves, una las guisa y el resultado que obtengo es el beneplácito de algunos comensales, no de todos. Pero los elogios que me trasmiten los que están encantados con mi guiso de pato agridulce es suficiente para realizar el desplume de los preciosos patos. Ya están muertos, y yo no he sido la autora del crimen. Así que mi conciencia está tranquila.
De lo que si me alegro es del cambio de hora pues me va a permitir compatibilizar la cháchara con los deberes. Hoy he empezado por lo más fácil.
Esta mañana me había propuesto hablar solo de literatura pero aquí, en Burgos, se han pasado el fin de semana entre comilonas DEVORA BURGOS. Así que lo queramos o no, será por algo, por los buenos ingredientes que hay.
En la comida es en lo que nos solemos poner de acuerdo. Porque aquí, en poesía, con el premio poético CIUDAD DE BURGOS, menuda polémica que ha surgido.
Al concurso se presentaron ciento y pico trabajos literarios.
Al tanto de los trabajos hay dos poetas, de reconocido prestigio, que hacen una pre-selección de los poemarios para facilitar el trabajo del jurado.
Seleccionaron 11 trabajos. Pero el jurado decidió rebuscar en los otros -que eso no consta en las bases si es lícito o no pues no hay nada escrito al respecto. Y rescataron dos más, hasta la quema final.
Los trabajos no premiados se destruyen.
Y resulta que premiaron uno de los dos. Un poeta granadino que ya había publicado en Visor, que es la editora del premio, cuyo editor forma parte del jurado.
No voy a dar nombres a posta. Se pueden encontrar en las noticias y lo mío es otra cosa.
Menudo guirigay han montado los poetas dando a conocer la polémica. El jurado se defiende diciendo que ellos mismos pueden elegir del montante, y los poetas, aducen que entonces ellos sobran en este tinglado.
Por lo que he leído esta mañana, falta la declaración del Instituto Municipal de Cultura de la capital de Burgos que todavía no ha dado su versión pues ayer los responsables del evento tenían el móvil apagado o fuera de cobertura.
¡Hay que tiempos éstos de la nueva era tecnológica, que suena a guasa! Hay dos guasas, la de verdad y la virtual!
Menuda guasa que tiene Burgos.
SONRÍE, ES BURGOS
y él último lema,
DEVORA BURGOS
¿Cuál será el siguiente?
LA GUASA EN VERSO de mi propia cosecha ... (ver texto completo)
dentro de poco lucirá un sol frío, pero sol al fin al cabo que templará nuestros días burgaleses.
Todavía no sé qué nombre tiene el autor del anterior relato pero su seudónimo es JOTANTON en la red. Creo que se trata de quien estaba encargado de hacer una introducción sobre la escritora, Juan Carlos, pero tampoco tomé el apellido aquel día. Y tampoco me preocupé, como me sucede muchas veces, que no intento indagar un poco mas pues se sabe de antemano que no tiene mucho sentido, pero muchas veces hacemos cosas sin sentido, y resultan mas razonables que otra cosa.
Fue un sinsentido tomar aquellos apuntes y ahora los encuentro muy útiles, dentro de esta sinrazón que escribo, que no tiene razón ninguna pero que me tiene inmersa en ello.
¿Por qué y para qué?
Prefiero no contestarme porque entonces lo dejaría y me dedicaría a pelar dos patos que ayer me trajeron mis cazadores. Dos hermosos ejemplares, que más les hubiera valido no acercarse por las inmediaciones del Arlanzón aguas abajo. Pero lo hicieron, y ahí están ahora en mi terraza, aguardando a que concluya el trabajo que otros iniciaron por placer y otras terminarán por deber.
Después de muchas reflexiones una acaba pensando que un regalo tan maravilloso, como son dos piezas tan preciadas en la cocina, que no se pueden tirar bonitamente a un contenedor de la plaza. Que lo podría haber hecho hace muchos años pero que nunca lo hice. Hubiera sido un gran pecado que esas avecillas hubieran muerto para nada, por el simple hecho de volar por estos lares habitadas por pequeños bárbaros. Y señores y señoras, aquí lo que importa es comer, y nada mas.
Después de pelar las aves, una las guisa y el resultado que obtengo es el beneplácito de algunos comensales, no de todos. Pero los elogios que me trasmiten los que están encantados con mi guiso de pato agridulce es suficiente para realizar el desplume de los preciosos patos. Ya están muertos, y yo no he sido la autora del crimen. Así que mi conciencia está tranquila.
De lo que si me alegro es del cambio de hora pues me va a permitir compatibilizar la cháchara con los deberes. Hoy he empezado por lo más fácil.
Esta mañana me había propuesto hablar solo de literatura pero aquí, en Burgos, se han pasado el fin de semana entre comilonas DEVORA BURGOS. Así que lo queramos o no, será por algo, por los buenos ingredientes que hay.
En la comida es en lo que nos solemos poner de acuerdo. Porque aquí, en poesía, con el premio poético CIUDAD DE BURGOS, menuda polémica que ha surgido.
Al concurso se presentaron ciento y pico trabajos literarios.
Al tanto de los trabajos hay dos poetas, de reconocido prestigio, que hacen una pre-selección de los poemarios para facilitar el trabajo del jurado.
Seleccionaron 11 trabajos. Pero el jurado decidió rebuscar en los otros -que eso no consta en las bases si es lícito o no pues no hay nada escrito al respecto. Y rescataron dos más, hasta la quema final.
Los trabajos no premiados se destruyen.
Y resulta que premiaron uno de los dos. Un poeta granadino que ya había publicado en Visor, que es la editora del premio, cuyo editor forma parte del jurado.
No voy a dar nombres a posta. Se pueden encontrar en las noticias y lo mío es otra cosa.
Menudo guirigay han montado los poetas dando a conocer la polémica. El jurado se defiende diciendo que ellos mismos pueden elegir del montante, y los poetas, aducen que entonces ellos sobran en este tinglado.
Por lo que he leído esta mañana, falta la declaración del Instituto Municipal de Cultura de la capital de Burgos que todavía no ha dado su versión pues ayer los responsables del evento tenían el móvil apagado o fuera de cobertura.
¡Hay que tiempos éstos de la nueva era tecnológica, que suena a guasa! Hay dos guasas, la de verdad y la virtual!
Menuda guasa que tiene Burgos.
SONRÍE, ES BURGOS
y él último lema,
DEVORA BURGOS
¿Cuál será el siguiente?
LA GUASA EN VERSO de mi propia cosecha ... (ver texto completo)