Burgos

Sin embargo, los de las baldosas no sabían que futuro les esperaba. Quizás acabar colgados
Foto enviada por Carmen García García



LOS GIGANTONES de BURGOS

los gigantones, madre, el día del Señor
corren, saltan grandones, bailan alrededor.
La gigantilla es hembra del alcalde mayor
pero todos por dentro paecen un farol.

Si quieres que te quiera, dame doblones,
dame doblones, dame doblones
que es moneda que alegra los corazones ... (ver texto completo)
Sin embargo, los de las baldosas no sabían que futuro les esperaba. Quizás acabar colgados de sendas escarpias en alguna casa gallega de algún amigo del pequeño. Y además taladrados. ¡Uf, que negro panorama! Menos mal que lo ignoraban del todo.
Por otra parte, tal vez fueran la diana de la chiquillería también allí. Pues una historia como la suya pesaba mucho y los chismosos acompañantes del niño lo contarían todo a la menor oportunidad.