Feliz sobremesa:
¡Ay los sueños! ¿Qué querrán decir? De momento, te liberan de tensiones si duermes como una tronca; y después del sueño, te queda una bonita historia, una absurda historia que no tiene ni pies ni cabeza. A veces, es un claro reflejo de la realidad que has vivido.
Mi sueño anoche me remitía al fin al foro donde me habían dejado un mensaje insultante debido a mi conducta.
Estábamos en una reunión vecinal y en el centro, una enorme balsa grisácea amorfa. No se cómo nos las apañábamos, pero ahí estábamos. La junta directiva o la corporación municipal, no sé exactamente, si era una reunión de regantes, o un pleno municipal; pero ellos se sentaban en su mesa de siempre.
Y nosotros, el pueblo, atrás del todo con la un enorme estanque o balsa en medio como si fuese otro espectador más.
Aunque mediaba mucha distancia de la cabecera a la cola- como si todos formáramos un ratón enorme o una rata ansiosa, nos parecía lo mas normal del mundo. Era así de forma corriente.
De repente, un concejal se levantó y me señaló con el dedo y todo el mundo se volvió a mirarme, pues estaba al final de todo, era la última.
Él tenía contra mí un cúmulo de resentimientos e iras, ¡me iba a enterar!, porque tenía una carta que iba a leerme en voz alta. De repente, la carta se la dio a su abogado, presente en la reunión vecinal...
Antes de iniciar la lectura el letrado, vestido con traje gris oscuro; del mismo color que las aguas del estanque o balsa; y corbata de rayas verdes y azules, que le daba mucha viveza al traje. Al final, no escuché dicho discurso, aunque me lo imaginaba; y ya tenía preparada mi réplica en mi cabeza.
Lo más seguro es que fuese por el último chismorreo, del que yo no tenía noticia, por lo que se interrumpió el esperado discurso; y todo el mundo volvió a mirarme de nuevo, pero esta vez; no por el impacto del portador del discurso sino por una mujer que estaba a mi lado.
- ¿No has visto el último mensaje que te han puesto a propósito de tus despropósitos?
-No, todavía no he abierto el foro de los pueblos de España. Y el sueño se terminó y me quedé sin el discurso y sin saber el contenido del mensaje. Lo que pasa es que lo había visualizado, y también tenía la respuesta en mi cabeza. ... (ver texto completo)
¡Ay los sueños! ¿Qué querrán decir? De momento, te liberan de tensiones si duermes como una tronca; y después del sueño, te queda una bonita historia, una absurda historia que no tiene ni pies ni cabeza. A veces, es un claro reflejo de la realidad que has vivido.
Mi sueño anoche me remitía al fin al foro donde me habían dejado un mensaje insultante debido a mi conducta.
Estábamos en una reunión vecinal y en el centro, una enorme balsa grisácea amorfa. No se cómo nos las apañábamos, pero ahí estábamos. La junta directiva o la corporación municipal, no sé exactamente, si era una reunión de regantes, o un pleno municipal; pero ellos se sentaban en su mesa de siempre.
Y nosotros, el pueblo, atrás del todo con la un enorme estanque o balsa en medio como si fuese otro espectador más.
Aunque mediaba mucha distancia de la cabecera a la cola- como si todos formáramos un ratón enorme o una rata ansiosa, nos parecía lo mas normal del mundo. Era así de forma corriente.
De repente, un concejal se levantó y me señaló con el dedo y todo el mundo se volvió a mirarme, pues estaba al final de todo, era la última.
Él tenía contra mí un cúmulo de resentimientos e iras, ¡me iba a enterar!, porque tenía una carta que iba a leerme en voz alta. De repente, la carta se la dio a su abogado, presente en la reunión vecinal...
Antes de iniciar la lectura el letrado, vestido con traje gris oscuro; del mismo color que las aguas del estanque o balsa; y corbata de rayas verdes y azules, que le daba mucha viveza al traje. Al final, no escuché dicho discurso, aunque me lo imaginaba; y ya tenía preparada mi réplica en mi cabeza.
Lo más seguro es que fuese por el último chismorreo, del que yo no tenía noticia, por lo que se interrumpió el esperado discurso; y todo el mundo volvió a mirarme de nuevo, pero esta vez; no por el impacto del portador del discurso sino por una mujer que estaba a mi lado.
- ¿No has visto el último mensaje que te han puesto a propósito de tus despropósitos?
-No, todavía no he abierto el foro de los pueblos de España. Y el sueño se terminó y me quedé sin el discurso y sin saber el contenido del mensaje. Lo que pasa es que lo había visualizado, y también tenía la respuesta en mi cabeza. ... (ver texto completo)