Antes de empezar la carta, tengo que decir que lindando con Ciruelos está Luzón, y son dos pueblos inseparables. En las fiestas que hacen de disfraces, van de un pueblo a otro, como Pedro por su casa.
Como Tardajos y Rabé, en cuanto a distancia, pero mucho más unidos y con muchas más actividades conjuntas - quizás porque son menos y ven necesidad de ir a una para conseguir algo.
También creo que los problemas unen mucho y por eso son tan colaboradores. O también puede ser porque estos pueblos ... (ver texto completo)
Como Tardajos y Rabé, en cuanto a distancia, pero mucho más unidos y con muchas más actividades conjuntas - quizás porque son menos y ven necesidad de ir a una para conseguir algo.
También creo que los problemas unen mucho y por eso son tan colaboradores. O también puede ser porque estos pueblos ... (ver texto completo)
CIRUELOS DEL PINAR Y MARANCHÓN - PUEBLOS DE LA RUTA DEL CID
Forman parte de mis recuerdos de infancia. Estas impresiones no se pueden reflejar en una guía turística pero debo elogiarlos porque ambos fueron pueblos muy acogedores. Ignoro cual es su situación actual desde que el oficio de resinero desapareció. Pero hace muchos años, cuando sus calles, plazas, jardines y rincones se enorgullecían de contener risas y llantos de niños que alborotaban, cantaban y jugaban. Jamás hubo un sitio prohibido para ellos. El pueblo nos pertenecía por entero, Ciruelos del Pinar, nuestro.
Estoy segura que sus calles, plazas, y colegios de ambos pueblos añoran ese pasado (tanto como yo) tan perfecto en que todos los niños del pueblo formábamos un conjunto maravilloso que se entretenía jugando y aprendiendo cada juego y canción que los muchachos del Campamento de Verano de Ciruelos del Pinar preparaban y enseñaban a todos nosotros reuniéndonos en la plaza. ... (ver texto completo)
Forman parte de mis recuerdos de infancia. Estas impresiones no se pueden reflejar en una guía turística pero debo elogiarlos porque ambos fueron pueblos muy acogedores. Ignoro cual es su situación actual desde que el oficio de resinero desapareció. Pero hace muchos años, cuando sus calles, plazas, jardines y rincones se enorgullecían de contener risas y llantos de niños que alborotaban, cantaban y jugaban. Jamás hubo un sitio prohibido para ellos. El pueblo nos pertenecía por entero, Ciruelos del Pinar, nuestro.
Estoy segura que sus calles, plazas, y colegios de ambos pueblos añoran ese pasado (tanto como yo) tan perfecto en que todos los niños del pueblo formábamos un conjunto maravilloso que se entretenía jugando y aprendiendo cada juego y canción que los muchachos del Campamento de Verano de Ciruelos del Pinar preparaban y enseñaban a todos nosotros reuniéndonos en la plaza. ... (ver texto completo)