Saliendo del parque hacia el barrio de San Pedro San Felices, otra figura en bronce, la fresca del barrio que vendía la leche de puerta en puerta. Me lo imagino que sería así. Siguiendo esa calle yo vendía pan de las Quintanillas. Ya mis clientes no se acordarán de mi porque de eso hace muchos años. Pero me ha hecho gracia esta lechera porque yo también vendía leche del día; pero iban a mi casa a por ella.