Blanca tenía
curiosidad por el
viaje a
Burgos y se lo preguntó a una patata cercana a ella haciéndose la despistada, y fingiendo que hacía días que había estado enferma, motivo por el cual no se había enterado bien de lo que pasaba.
-Nos van a regalar en la Plaza Mayor de Burgos. Todos los transeúntes que lo deseen podrán recogernos en bolsas blancas y llevarnos a su hogar para ser degustadas, o para que los niños se entretengan jugando con nosotras. Nos pintarán como si fuésemos indias, nos pincharán con palillos y nos decorarán a su gusto.
-Nos pueden hacer daño y además... Tendremos que habituarnos a la luz del sol, y a la claridad
eléctrica. Nosotras que procedemos del interior y que reverdecemos en cuanto afloramos a la superficie. -Le dijo, un tanto preocupada, la futura reina a su compañera.