LAS UÑAS, LO MEJOR DE MI MISMA
Nunca lo hubiese creído si no hubiera sido por la crisis. Pero... Un día me vi sin mucho que hacer en la vida pues se me habían agotado los cartuchos - de tinta.
¿Y ahora que hago?
Pues de momento me voy a pintar las uñas y mañana Dios dirá porque no voy a gastar en ello mas que un poco de tiempo. Total, que tengo mucho tiempo que me pertenece, ¿no tengo el pintauñas del
chino, que me lo compré para ser rápida en abrir la puerta de mi casa pintando la llave correspondiente?
Porque si compraba la llave pintada me salía muy caro y entonces pensé que con un pintauñas de un chico me ahorraba algún dinerillo pues con esa
pintura, que además me huele muy bien, podría pintar todas las llaves que quisiera, o algún otro objeto que me apeteciera diferenciar y no confundir.
Y entonces me dio por pintarme las uñas que además me crecen sanas cuando estoy sana. Son las uñas un buen indicador de la
salud. Si son quebradizas, como me ocurre algunas veces, significa que algo falla en mi. Y entonces procuro poner remedio.
Pero si estoy bien, mis uñas son inmejorables. Sin cuidados, solo recortándolas de vez en cuando y calculando a ojo su forma me suelen quedar bien. Y como tengo buen pulso las pinto y no me salgo de la uña, y en breve.
Algunas veces mientras las pinto calmo los nervios, mejor que morderlas y dejarlas hechas un asco. Y una vez pintadas, sabiendo que la laca de uña es pura química se me quitan las ganas de llevármelas a la boca y prefiero escribir, que es mas terapéutico que fastidiarse una misma.
Total que hay gente que pueda pensar que es por pura vanidad pero no es así. Lo bello siempre es bello, y levanta la moral. Al igual que emplear el tiempo en cosas gratificantes como cultivar flores que algunas tienen propiedades inmejorables. Esta, por ejemplo, es la hierbaluisa, relajante.