Otras que están esperando la lluvia son las moras de los caminos, completamente empolvadas de tierra seca. Que estén así de secas, tienen sus ventajas. Se pueden lavar, teniendo la precaución de ponerlas a parte de las que están limpias completamente.

Por lo demás, las patatas, las remolachas y las alfalfas, por estos lares, reciben sus dosis de agua pulverizada de aguas abajo del Arlanzón. Este año, al menos, y al próximo año, Dios dirá. Europa dirá qué puede sembrar España o si tiene que dejarlo todo de barbecho.

Pues en esta mañana me iba a levantar en busca de un poema pero me ha venido de pronto la inspiración, voy a probar si poniendo el título... Efectivamente, ya está mi título registrado en la red. Abstenerse los copiadores de poemas, que este es de mi propia cosecha, encontrado en el tema "Canales - La Magdalena", porque ahí surgió la inspiración, en el pantano del Luna y sin visitarlo. A golpe de mapa y en pleno viaje.
Solo me orienté, visité nombres y surgió la idea que he ido retocando hasta dejar el poema de esta forma.

Pero una vez hecho un poema, puede tener un montón de interpretaciones. Sirve para otros pantanos, o sirve para los pueblos que se pueden ver sumidos en la sobreabundancia de agua, o en la sequía mas absoluta.

O para un país como el nuestro, que en ocho años y medio ha pasado del superavit a la ruina monda y lironda. Es lo que hay, y no hay que buscar mas razones pues esas no levantan la deuda. A no ser que los causantes, la pagasen; pero eso es solo una solución que personas como yo podemos entender. La realidad es otra.

Lo único que queda es pagar, pero no olvidar que si se debe es porque muchos han pedido prestado muchos años. El pueblo, mientras, engañado, pensando que los dineros caían del cielo.
Y no, es que venían del banco europeo pero no convenía decirlo claramente, pues eso hubiera quitado votos y poder. Tan necesarios para la democracia; pero a la democracia le va bien la verdad, sin tapujos; y cuando no la tiene, adolece. Y no la mentira, con la que nos hemos estado levantando y acostando durante muchos años seguidos.

Y después de tanto despilfarro, ha resultado que las deudas son de todos los españoles; pero no de los que se ha ido con sus ahorros a otros sitios, a seguir haciendo fortuna, porque aquí no había futuro para ellos.
Esos son intocables, y por eso será que muchos se han apuntado a esas filas, desde la cúspide hasta....
Las deudas son del pobre ciudadano humilde que tiene poco mas o menos que un sueldo, a fuerza de ahorrar, de estrujar sus ingresos y no va a poder pagar la deuda por muchos mas sacrificios que se le pidan.
De un golpe o de una atacada se consigue mas dinero del duro que del desnudo. Siempre fue así. Otra cosa es que sigamos comulgando con ruedas de molino. ¡Para qué variar!

Raro es el ciudadano que no ha sido estafado en estos tiempos mientras los dineros a Midas le salen hasta por las orejas, que no saben ya en qué invertir los botines robados a los pobres españoles. Y al amparo del Estado, con el consiguiente desamparo al ciudadano de a pie.
Es que nos hemos quedado a cuadros viendo como nos robaban por letras firmadas ante el estado y sin recibir nada a cambio. Volverán a edificar sus constructoras, o sus negocios y no se nos quitará nunca de la cabeza que ese patrimonio es robado.
Aquí se ve que no funciona la lógica pero si yo pago con dinero del estado, recibo una contraprestación a cambio.
Pues no, pagas y lo pierdes, porque el estado es mas pobre moralmente que tu. No tiene donde caerse muerto porque entre muchos lo han desahuciado. Y esos que hicieron posible este descalabro son los que salen a los caminos en defensa del pueblo. Ni pies ni cabeza tiene este asunto por mas vueltas que se le de. Vivimos en un país de molinos de viento que alguien vislumbró como gigantes con gran acierto en un ictus de locura.

Al final, y para no desbarrar mas, me quedo con el poema.
En otro post será.