Buenas noches a tod@s:
Me hubiera gustado escribir más en los días anteriores pero no sé si sabéis todos las ocupaciones de una ama de casa. Que justo, cuando lo que te gustaría es sentarte a escribir, poner fotos, comentarlas,..., justo ese día tienes que dejar de lado todo lo que te gustaría hacer, y hacer lo que es propio de tu ocupación que es la de servir a tu familia.
Pero también sabes que ya podrás hacer lo que un día quisiste hacer, aunque nadie te lo pida. Antes no se podía, pero hoy existe esa opción, aquí en este espacio. Y ahora sí es mi momento.
Porque encima hoy no puedo ni cenar, y no porque me haya atiborrado, es que mi estómago me pide algo ligero. Un yogur y unas infusiones mágicas que alivian mi malestar, y todo cultivado, aquí en Tardajos, este año.
Menta poleo, en mi terraza; manzanilla y hierbabuena en mi huerta; y tila del árbol de mi patio. Y no es por publicitarlo, que no está a la venta, pues mi cosecha es muy reducida. Sino porque de verdad, el sabor es único. Sin azúcar y con anises, también de semillas. Y porque me alegra que haya gente, que a lo mejor le interese lo que ha sido hoy, un pueblo en fiestas.
Y porque me gusta mucho comunicarme con los demás, y para mí, eso, algunas veces es mejor que comer.
Espero que os guste que hoy abra esta ventanita y os deje ver todo lo que se ha visto y se ha comido en Tardajos.
Es un pequeño tributo a unas sencillas patatas, y a una tierra que es capaz de producirla.
A veces te preguntas qué por qué te metes en esos fregaos y la respuesta es que es una forma de agradecer a la tierra lo que nos ofrece.
Patatas con... cualquier cosa. O solas, asadas, buenísimas.
Las de hoy han sido patatas de Burgos.

LA XVII FIESTA DE LA PATATA EN TARDAJOS