-De Tardajos vino un día
alguien cargado de dicha:
ilusión, magia, sonrisa;
y en la mano una semilla.
Jamás mis ojos han visto
tanta belleza que con amor
crece, vive y germina:
Es la Vida.
Por eso, toma el caballo blanco,
vuela con él por los aires,
surca el camino, rápido,
que las riendas las lleva el viento.