Me alegra mucho que me digas eso, porque me dio tanta pena de esas diminutas
plantas... que estaba pensando en ponerlas botellas de plástico. Y porque aquí no vienen las ovejas ni las cabras, que si no no queda ni ese diez por ciento.
¡Con lo que cuesta que un pino prenda y que luego se arrasen, o se contagien de procesionaria!
No me digáis que no es un milagro que un pino llegue a adulto sano y salvo. La cantidad de pájaros a los que dan cobijo, la protección de los suelos, el oxígeno que tanto necesitamos. Y encima somos tan miserables, incluso con los árboles.
Si lo que dices, lo has estudiado, entonces tengo que felicitar a estos ingenieros agrónomos de
Burgos en cuyos páramos siempre plantaron pinos. Este
verano hubo una quema, y los han vuelto a repoblar. Junto con otras especies que si han protegido. Pero a lo mejor, un pino es más duro. ¡Ojalá se acabe con la procesionaria y vuelvan a tener el verdor de siempre!