Hola Noemí:
ha sido una sorpresa la historia prometida. Justo me estaba tomando mi manzanilla, y tu relato me ha producido escalofríos. Supimos de la historia en una excursión de la Coral al Lago de Sanabria en el 2009. La misma impresión, después de saber la historia, fue como si algo de aquella tragedia todavía anidara en sus aguas. Unamuno ya tuvo una premonición casi diez años antes, y encima, sobre Ribadelago pesaba una leyenda, que se hizo cruelmente realidad.
Como si esas aguas hubieran estado destinadas a la fatalidad, aún antes de trazar los planes del pantano. Y la
corrupción, hizo posible la tragedia... Espanta hasta que punto el destino traza su ruta a través de la poca calidad de las personas y los malos augurios se cumplen.
No había oído nada de estas leyendas y realidades hasta esa visita, pero me causó fuerte impresión. No había nacido todavía cuando se produjo el suceso.
Como todavía no conocía la historia del lago, cuando visitamos el Parque Natural de
San Martín de Castañeda, dediqué unos versos en el
Libro de visitas del museo.
“Felicidad del agua
siempre libre, siempre viva,
que viaja en paz y eterna, el agua.
Vuela alto, baja valles,
surca montañas
y se esconde tierra adentro,
subterránea el agua.
Nieve, hielo, Lago de Sanabria y agua”.
Un abrazo muy fuerte Noemí y gracias