Lo importante es no perder la fe. La gente le tiene devoción, le rezan, le piden que atienda sus necesidades, sus anhelos; lo más probable problemas de
salud, que son los peores de poder atender y sanar. Pero la esperanza es lo último que se pierde. Por si acaso, le pedimos por alguien cercano a nosotros... es lo único que podemos hacer.