Los sacerdotes, el Colacho y el Atabalero, en sus puestos. Esto me da que pensar que al mal, Burgos
Los sacerdotes, el Colacho y el Atabalero, en sus puestos. Esto me da que pensar que al mal hay que tenerlo controlado. Mejor ver y saber que está ahí, a que ande por lugares insospechados. Si se localiza, se le puede combatir. Lo malo es si lo desconocemos, o lo damos por bueno. O se hace pasar por bueno, y no lo es.
Mejor tenerlo bajo control.