El pueblo gallego es muy arisco, por naturaleza. Nadie mejor que ellos saben de la fuerza natural del mar que se ha llevado tantas y tantas vidas de personas que iban a ganarse el pan. O ver como el mar con sus furias se lleva todo por delante. Es un pueblo muy castigado que sabe que con el mar no se juega, que no perdona y arrebata todo aquello que está en su territorio. Y desde niños aprenden lo que es la dureza y la frialdad de las aguas, simplemente en sus
juegos con las olas.
PLAYA DE DONIÑOS - En honor y recuerdo de dos niños que las corrientes arrebató a sus padres. RIAS ALTAS EN
LA CORUÑA