EL CASO SANTANDERINO y EL DE LOS QUE TAMBIÉN SE OPONEN AL FRACKING
El presidente no tiene otra opción que decir NO FRACKING. Una no sabe, si por compromiso
político, porque es más coherente que otros en su misma situaciòn de ser nuevos en el poder de su comunidad, o por verdadera convicción.
Pero creo que es sincero pues ha demostrado llevar a los encuentros gente preparada que defiende el no Fracking con razones ciéntificas, ecónomicas y morales y sociales.
Lo que pasa es que ya los ciudadanos tenemos la mosca tras la oreja y nos hemos hecho incrédulos con todos y todas por tantas y tantas cosas con que nos regalan a diario y nada buenas.
A simple vista, demuestra estar al lado del pueblo, lo mismo que el presidente de
la Rioja, y otros autonómicos.
Y es que la mayoría pensamos que después del fracking ya no va a haber vida, y que todo lo bueno que tenemos ahora se puede perder: el agua, el aire puro, e incluso, la armonía de la tierra de la que gozamos hasta el momento.
Es verdad que para que nosotros estemos o hayamos estado así, han desvalijado y devastado las tierras de otros. Pero ahora comprendemos que ese estado no era real, sino inventado. Y que la tierra, peligra, día a día que pasa.
Sabemos que hay otras soluciones, pero los que mandan no quieren cambiarlo porque a ellos les sale rentable en su balanza de ingresos y gastos. Ingresan mucho y gastan poco pues gastan de otros. Las pérdidas en
medio ambiente, para ellos no cuentan. Solo su estabilidad económica pasando de las penurias que ocasionan a su alrededor.